El precio de la gasolina como todos sabemos está determinado por los precios internacionales. En las últimas décadas, la capacidad de refinación de PEMEX ha ido disminuyendo dramáticamente. Desde el gobierno se impuso deliberadamente una política con la que se abandonó la infraestructura industrial de nuestra empresa insignia petrolera.
Las seis refinerías de PEMEX en México fueron dejadas a su suerte y solo se ha invertido en ellas para darles algún mantenimiento. Pero mientras la demanda ha aumentado, la producción de gasolinas y diesel se ha reducido. Las seis plantas industriales de los combustibles operan hoy en día al 40 por ciento de sus posibilidades. En cambio, para atender las necesidades del mercado nacional se ha recurrido, cada vez más, a la importación.
Entérate:
La excesiva dependencia de empresas en el extranjero han sido un factor que afecta los precios de los combustibles. Por eso, la propuesta de la próxima administración federal es comenzar a construir en el futuro inmediato una nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco e invertir en la reconfiguración de las existentes.
Gran parte de la solución a los precios de las gasolinas radica en la agregarle valor a nuestro petróleo, en lugar de exportarlo crudo y luego comprar sus productos refinados en el exterior. En ese sentido, es indispensable recuperar a PEMEX como una gran empresa que beneficie a los mexicanos.
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Si se aumenta la capacidad de PEMEX para producir lo que necesitamos es lógico que los precios bajen. Por eso, no solo es posible disminuirlos sino recomendable.
La reducción de los precios ocurrirá en cuanto México vuelva a producir para el mercado nacional y se decida a dejar a un lado una política que afecta la economía de todos y destruye a nuestras instituciones como PEMEX. La cuarta transformación que impulsamos permitirá restablecer la Soberanía sobre sus recursos y responder a las necesidades de nuestro pueblo.