Opinión

Toda la fuerza del Estado

Como ciudadanos deseamos que el gobierno que nos representa utilice todas las herramientas que tenga para hacerle frente a los distintos retos y problemas que nos aquejan como sociedad: la delincuencia organizada, el combate a la pobreza, la creación de empleo o el combate a la corrupción, entre muchos otros males que padecemos.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador utilizó toda su fuerza para  hacerle frente a un tema que le aquejaba, también le pidió a parte de su gabinete que estructurara una estrategia para contrarrestar eso que tanto lo incomodó, para aniquilar a quien parece considera un enemigo de su gobierno. Sin embargo, ese problema no es ninguno de los grandes retos del país, sino la incómoda Comisión Reguladora de Energía y quien la preside, Guillermo García Alcocer.

Así entonces, el Presidente de México ha dedicado dos conferencias de prensa para señalar a un funcionario  en lo particular, un funcionario que le estorba, que se atrevió a señalar la terna que envió el señor presidente para formar parte de la Comisión Reguladora de Energía,  que osó defender la comisión que preside y pidió respeto por la misma. Hoy ese funcionario está en el ojo del huracán, tratando de aguantar la embestida gubernamental encabezada por el mismo Presidente de México.

Cuando imaginábamos un cambio de régimen, sin duda, nos llegaron a la mente muchas ideas distintas a las que vemos ahora. Hoy vemos a un Presidente enojado, un Presidente cansado que no ha cumplido los 100 días de gobierno si quiera, un Presidente que improvisa, que dice verdades a medias, que utiliza su poder para intentar eliminar a quien le incomoda, que no sabe recibir la crítica, porque desde su óptica inevitablemente tiene la razón y al cual prácticamente nadie se atreve a decir que no.

Hoy vemos el presidencialismo que tanto criticamos, pero desde otro lugar, ese que asegura tener la verdad sobre los otros, aquel que justifica sus decisiones por encima de la ley, bajo el argumento de que es por “el bien del pueblo”, el que tiene legisladores a modo, el que cuenta con los secretarios limitados a obedecer. Ese presidencialismo al que le gustan los aplausos, pero le disgustan las críticas, el que decide que es buena prensa y cuál es fifí, el que decide utilizar toda la fuerza del Estado para aniquilar.

López Obrador ha dicho que su fuerte no es la venganza, no lo es siempre y cuando no sea un funcionario en activo, uno que le incomode, que le refute, aun si encabeza un organismo autónomo.  Porque desde la lógica del Presidente nadie le puede decir que no, porque si alguien se atreve, la señal es clara, toda la fuerza del Estado para acabar con eso que no le gusta, porque lo considera su enemigo.

Últimas palabras

El domingo es la premiación de los Oscar, sin duda, veremos a Alfonso Cuarón recibir al menos un galardón, ya estamos impacientes. 

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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