Sin duda, lo acontecido este 21 de febrero marcó precedente en el Legislativo de nuestro país, sobre todo en esta legislatura donde hay una importante mayoría de parlamentarios del partido oficial.
Con 127 senadoras y senadores presentes en la sesión de Pleno del Senado de la República, se votó por unanimidad a favor del dictamen relativo a la Guardia Nacional.
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Todos recordamos como desde el anuncio de la ya famosa Guardia, en noviembre de 2018, existían diversas controversias y cuestionamientos respecto a ésta. La pugna estaba entre la insistencia del Presidente López Obrador de que tuviese un mando militar y la exigencia de la sociedad de que fuese Civil.
También estaba en duda por ejemplo la temporalidad, su facultad de investigación y lo que más preocupaba era que tan acorde estaba con los Tratados Internacionales.
La decisión define referente, primero porque el 08 de febrero se logró un acuerdo para crear un ejercicio de Parlamento Abierto en donde participaron más de 80 ponentes, que dieron cuenta de diversos testimonios, estudios, análisis, e incluso personalmente victimas asistieron a la Cámara Alta de la nación para exponer su caso.
Asimismo, se escuchó a organizaciones de la sociedad civil, defensores y defensoras de derechos humanos, autodefensas, además de servidores públicos. Evidentemente la sociedad clamaba ser escuchada y tomada en cuenta.
La constante en las Audiencias Públicas fue una estrategia de seguridad civil, que tuviese base en la paz y en los derechos humanos.
Es indiscutible que la ciudadanía espera consensos que ayuden al porvenir de México, como este por ejemplo, esperemos que el partido mayoritario no solo los busque cuando requiera mayoría calificada.
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La Guardia Nacional Civil, es un logro conjunto que nos demuestra que la voz de la sociedad organizada puede ser suficiente como para evitar la militarización del país; otra lección aprendida es que la oposición sí puede generar contrapesos en el Congreso y ha demostrado su fortaleza para lograr acuerdos cuando trabaja unida.
Por lo anterior se ha logrado crear una Guardia con un mando 100 por ciento civil, sin adscripción a un tribunal militar, y que, por cierto, tendrá la obligación de rendir un informe anual ante el Senado de la República. En cuanto a la participación de las Fuerzas Armadas, ésta estará bajo los principios de la Corte Interamericana de Derechos Humanos: extraordinario, regulado, fiscalizado, subordinado y complementario. Ahora la minuta se ha enviado a la Cámara de Diputados, esta historia continua…
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