Literalmente ¡Hasta chino mandarín les enseñan a los niños en las escuelas!
Me parece que la humanidad ha perdido la línea de por dónde hay que caminar. Por supuesto que todo es importante, no estoy diciendo lo contrario; sino que, a veces por querer llenarnos de conocimientos y más conocimientos, dejamos de lado aspectos fundamentales para la vida que sin duda no pasarán de moda y funcionan para todos y en todos los lugares.
Pues bien, lo que hoy quiero compartir este domingo son las 10 habilidades para la vida. Es decir, aquellas aptitudes necesarias para tener el comportamiento adecuado y equilibrado para enfrentar eficazmente los retos y desafíos de la vida diaria.
Lo ideal sería que esto nos lo enseñaran desde pequeños, pero sí tú como yo estás en constante búsqueda por aprender y con sed de descubrir cosas nuevas para tu desarrollo, toma nota y empieza a cambiar tu persona para impactar positivamente tu entorno.
1. Empatía. Cuando eres partícipe afectivamente con una persona y su situación, descubres nuevas percepciones de la vida. Siempre suena muy metafórico eso de “ponerse en los pies del otro”, pero cuando lo haces de manera consciente y con un verdadero compromiso por lograrlo, el entendimiento que puedes alcanzar con el otro es impresionante y te ayudará a entender con mayor facilidad las diversidades de la vida.
2. Toma de decisiones. Elegir es la capacidad de evaluar los pros y contras para asumir responsablemente las consecuencias. Recuerda que no decidir, también es decidir. Esta es una de las cuestiones más difíciles porque muchas veces nos sentimos presionados por la familia, amigos o ideas culturales para tomar cualquier decisión; sin embargo, cuando desarrollamos la habilidad para ello, es porque sea lo que sea que decidamos, es con base en lo que creemos que es lo mejor para nosotros en conjunto con nuestros pensamientos y siempre asumiendo las consecuencias que esto traiga.
3. Comunicación asertiva. Poner en el mismo código lo que se siente y piensa, para hacer saber con claridad lo que se necesita. ¿Cuántos pleitos no se hacen por una comunicación ineficiente? Así que hay que saber bien qué queremos decir siempre tomando en cuenta el contexto y a quién va dirigido. Sin duda esto nos ahorrará muchos problemas y tiempo en la vida.
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4. Resiliencia. El tiempo para salir de una crisis, está proporcionalmente ligado a la capacidad y actitud para superarlo. ¿Te ha tocado ver gente que, ante la muerte de un ser querido, se deprime y no hay manera de sacarlos de la situación; y otros que, ante una pérdida, parece que se recargan las pilas y utilizan el conflicto para renovarse y mejorar? Esto es la resiliencia, es la habilidad que desarrollamos para salir de “los baches que nos presenta la vida”.
5. Autoconocimiento. Saber lo que se quiere y lo que no, conocer las herramientas que se tienen y faltan para la adversidad. Podríamos jurar que nos conocemos como la propia palma de nuestra mano; si ahorita te pidiera que sin ver su mano la describieras con santo y seña ¿podrías hacerlo? Por supuesto que no, y lo mismo pasa con conocernos, realmente son pocas las personas que conocen sus talentos, debilidades, miedos, cualidades y demás. Nunca dejes de descubrirte y como siempre, poner atención en el aquí y ahora a tu persona.
6. Pensamiento crítico. Ocupar la razón para evaluar, analizar y decidir sobre aquellos paradigmas propuestos por la sociedad. Por lo menos los mexicanos y podría decir que los latinos en general, somos totalmente viscerales, y es que, accionamos y nos dejamos llevar por la emoción del momento, sin meterle un poco de cabeza previamente. Así que mejor antes de dejarte llevar por el impulso hay que razonar un poco la situación.
7. Relaciones interpersonales. Capacidad de desarrollar lazos afectivos con otros, así como soltar los que son tóxicos. Los mexicanos somos bien parranderos y esta también es una de las habilidades para la vida; pero ojo, no se trata de ir por ahí cotorreando con todo el mundo, sino de hacer relaciones sanas, donde ambas partes funcionen en armonía y si no es así tener la capacidad para decir adiós.
8. Inteligencia Emocional. Gestionar, experimentar y canalizar adecuadamente las emociones propias para entender las de los otros. Que fácil es explotar en cólera y hasta mentársela al de alado porque se nos cerró en el coche, pero ¿realmente vale la pena hacerlo? Hay que aprender a mediar nuestras emociones y utilizarlas a nuestro favor.
9. Poder del no. Para nunca perder el control de nuestra vida y marcar claros límites sobre ella, hay que atreverse a decir no. ¡Qué difícil! Desde pequeños nos enseñan que a todo el mundo hay que servir y que negarse a algo está mal. Ahí traemos a nuestros hijos con el típico “no seas grosero saluda y dales beso” cuando no sabemos si esto es lo que quieren en el momento. Pues bien, justamente esto sucede al ser adultos, no sabemos decir que no y luego nos saturamos y hasta quedamos mal con todo el mundo.
10. Pensamiento creativo. En el mundo actual la solución de conflictos requiere de ideas creativas para afrontarlos. En contraposición al pensamiento crítico, también está la parte que requiere de una mente abierta capaz de buscar diversas alternativas, un pensamiento no cuadrado que permita ver el mundo de distintas maneras.
A poner manos a la obra y actuar para desarrollar estas habilidades que nos permitirán tener una vida aún más saludable y placentera.
Piensa, reflexiona y actúa.