No es lo mismo publicidad oficial que “chayote”

Cualquier empresa está en su derecho de vender espacios exclusivamente para publicidad oficial que en nada tocan o afectan el criterio editorial

Una de las primeras cosas que deberíamos aclarar es que no es lo mismo publicidad oficial que el “chayote” (mote con el que se le conoce al pago informal que se le da a los medios de comunicación para que hablen, normalmente, a favor de una persona).

El segundo punto a aclarar es que los medios de comunicación son empresas donde los periodistas ejercen el derecho a la libertad de expresión, pero que se sujetan a criterios profesionales o incluso éticos correspondientes a su trabajo.

Si viviéramos en un país donde ambas cosas se comprendieran así, entonces sabríamos que cualquier empresa está en su derecho de vender espacios exclusivamente para publicidad oficial que en nada tocan o afectan el criterio editorial.

Sin embargo, en este país entre la ignorancia, la mala fe y obviamente los hechos negativos que anteceden a esto y que sí ha pasado (contratos en favoritismo a los “amigos” o medios que no le ponen un límite ético a sus clientes o incluso el derroche en esta publicidad por parte del gobierno) hacen que pensemos que es malo o indigno que un medio reciba dinero por espacios publicitarios.

Pero precisamente por eso, para que no existan confusiones, debe estar regulado y, sobre todo, transparentado. El asunto es que “como la burra no era arisca, sino la hicieron a palos”, para la gente esto es muy difícil de concebir como algo justo o bueno, aunque esté regulado y transparentado. Mucho se tiene que hacer para entender la diferencia de lo que esto implica, pero más la reivindicación de la libertad de expresión como del derecho a tener un negocio y estrategias propias de sostenimiento.

Tal como escribía el periodista Daniel Moreno con respecto a las acusaciones de recibir dinero público: “estos recursos fueron por la contratación de banners. Se hicieron contratos (que se pueden ver en Compranet) y se entregaron “testigos” de que la publicidad se difundió.

No hubo compra de contenidos ni condicionamiento editorial”. Por tanto, sí, se necesita de transparencia. Pero sólo la ética de entender los límites nos hará hacer una cultura en donde no por unos cuantos, paguen factura que no deben todos los demás. Y esto va más allá de cualquier Ley.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

Tags

Lo Último