La serie de despidos que se han dado en prácticamente todas las instituciones del Gobierno federal, han sido en aras de la austeridad, y aún más grave, sin cumplir con lo mínimo necesario para hacerlo.
Lamentablemente el desmantelamiento de las instituciones está causando graves consecuencias en la ciudadanía, prueba de ello es el caso de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), en donde se despidieron a los trabajadores eventuales encargados para prevenir incendios.
La falta de presupuesto en la CONAFOR tuvo como resultados siniestros incontrolables en diversas partes del país, lo que provocó graves daños y una severa contaminación en algunas zonas urbanas como Ciudad de México, Morelia, Guadalajara, entre otras.
El caso de la Policía Federal es especialmente alarmante, ya que se busca acabar con esta institución para dar vida a la Guardia Nacional, no obstante, se ha dado sin el mínimo cuidado de los derechos laborales de los policías federales a los cuales incluso algunos funcionarios de gobierno, incluido el Presidente, han pretendido dañar su honor para hacerlos ver como incompetentes y en algunos casos como delincuentes.
Las fuerzas federales fueron pilar para la persecución de delitos y el combate de la delincuencia en los años anteriores, hoy en día están fuera de circulación y la Guardia Nacional aún no ha podido acabar de nacer para poder dar respuesta a los altos índices de violencia y crimen en nuestro país.
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La Guardia Nacional, en el mejor de los casos tardará unos 5 años para que sus elementos sean reclutados y capacitados en su totalidad, la situación es delicada y no se ve la mínima sensibilidad de las autoridades para corregir estas medidas.
Con el desmantelamiento indiscriminado de instituciones como la Policía Federal, agencias como Notimex, programas como el de Estancias Infantiles, servicios como el de salud o el que ofrece la CONAFOR, las consecuencias están siendo graves y en algunos casos serán irreversibles. Es aquí donde debemos preguntarnos: ¿Austeridad o Austericidio?
El bienestar de las y los mexicanos no debe depender de vaivenes políticos, al final los únicos afectados serán los ciudadanos en su vida diaria.
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