Deberíamos estar preparados para las preguntas que se generan respecto a la ratificación del T-MEC. En un marco de soberanía debemos de respetar la discusión que se lleva a cabo en cada uno de los países. Quizá nos parezca que debemos inquietarnos.
Sin embargo, es importante considerar que hay aspectos de política interna que no se pueden obviar. Menos en estos momentos de tensión entre los demócratas y republicanos.
Ahora sí que no está tanto el balón en nuestra cancha porque depende de las decisiones que se tomen allá conforme a lo intereses de ambos grupos.
El problema que sí debemos considerar es que en tanto se alarga esta situación sí se puede poner en riesgo el entrar en un conflicto comercial con ciertos mercados porque los cambios que se hicieron, sobre todo, del lado nuestro en México.
Sin embargo, esto es cuestión de esperar. En la medida en que esto suceda más rápido habrá más posibilidades de tener certidumbre, debido a que conlleva un menor peso político si se hace pronto y, sobre todo, si se aleja del día de las elecciones presidenciales de la Casa Blanca, el próximo 3 de noviembre de 2020.
Es difícil tener control sobre esos conflictos internos. Pero hay que estar observando con cercanía lo que suceda en días próximos. Que, finalmente, la política siempre puede sacrificad tiempo, pero nunca estabilidad. Confiemos en eso.