No se puede violentar el derecho a la salud

(Carlos Alberto Carbajal/Carlos Alberto Carbajal)

Primero se tiene que aceptar que existe un problema. Que el desabasto es una realidad. Confrontar los casos y las dudas que salen a diario sobre el desabasto de medicamentos, principalmente los que son para enfermedades de alta especialidad, debería de ser uno de los objetivos del Gobierno Federal y sus instituciones competentes.

Porque lo que se está negando es el reclamo mínimo de una sociedad afectada severamente por la desigualdad. No hay empatía que alcance para ponerse en los zapatos de las personas que están enfermas y que, además, tienen que reclamar por su derecho a la salud.

Sigo sin tener claridad sobre exactamente qué está haciendo el gobierno. Pero, al menos en Nuevo León, en tanto se resuelve el problema, la iniciativa privada, el Hospital Universitario y la sociedad civil – a pesar de que no hay tantos casos como en el resto del país- están haciendo un gran esfuerzo para que esas medicinas faltantes y consultas no tengan lugar.

El Gobierno Federal tiene que mostrar las rutas críticas y específicas sobre qué es lo que está haciendo. Porque aunque sabemos que la corrupción es uno de los motivos por los que se están “pagando platos rotos”, lo cierto es que no es posible que a estas alturas se juegue con la salud de la población al no tener certidumbre sobre las acciones y respuestas.

No me atrevo a dar una guía porque eso es competencia de las instituciones correspondientes, pero sí puedo decir que admitir una realidad no le hace daño a nadie. Para que entonces se haga lo que se tenga que hacer pero no violentar a nadie su derecho a la salud por negligencias, omisiones o falta de claridad en lo que ya se está haciendo para solucionar el problema.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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