La fiebre del coronavirus sigue arrasando al mundo, sumando daños sanitarios, económicos y sociales por doquier. Y mientras sus estragos van dejando una marca que ya puede contarse en miles de vidas humanas, en México apenas vamos despertando a una realidad a la que vamos tarde muy tarde.
Pero lejos, muy lejos, de aprender de los errores que sumaron millones de contagios a las cifras de este brote, hemos optado por subestimarlo; tal cual lo hizo el gobierno chino que, en un inicio, lo ignoró haciéndolo crecer con débiles políticas públicas.
Fue con ese empujoncito, con ese descuido, que el Covid-19 se convirtió en la crisis de salud que hoy enfrentamos los mexicanos y el mundo.
Un error que repitió España, donde los casos se vieron disparados a partir del 25 de febrero, cuando se reportaron 9 casos, dejándolo crecer hasta alcanzar más de 11 mil 409 casos en 22 días en el país europeo. Un duro golpe que obligó a las autoridades a cambiar de estrategia, pasando a optar por medidas más duras en todo sentido.
Queda claro que son estas lecciones las que el gobierno mexicano debe emprender, pues son precedentes a lo que enfrentamos y estamos preocupados. Representan una clara base, sobre la cual las políticas nacionales deben caminar para establecer el A, B, C en este tema, ya que en México la infección va creciendo a pasos agigantados, pues pasamos de tener 11 contagios el once de marzo a alcanzar 118 en menos de 7 días.
Y frente a este crecimiento, el gobierno federal ha comenzado a tomar medidas, destinando 3 mil 500 millones de pesos para atender una epidemia que; estiman, durará 12 semanas en territorio nacional. Es ahí donde surgen las principales preguntas. ¿Son estas medidas suficientes? y de ser así ¿darán resultado antes de que el coronavirus infecté a más personas?.
Lamentablemente, la respuesta podría ser no, porque nuestro país no cuenta con la infraestructura adecuada para atacar esta enfermedad. No estamos preparados, pues ni Alemania, China, España, EUA, Italia lo estaba a la llegada de la enfermedad. Pues basta poner una ejemplo; el pueblo alemán tan solo cuenta con poco más de ocho camas en hospitales y cuatro médicos por cada mil habitantes, pero fueron, sin duda, sus políticas públicas las que ayudaron a mitigar los efectos de esta crisis sanitaria.
PUBLICIDAD
Ahora, en México tenemos cerca de 1.5 camas en hospitales y 2.2 médicos por cada mil habitantes y mientras los números de casos van creciendo, no podemos ignorar esta realidad que colapsaría el sistema de salud mexicano si la infección se propagara sin medidas adecuadas.
Por eso es importante fortalecer las políticas publicas de salud, además de activar la figura del Consejo de Salubridad General, un cuerpo colegiado que de acuerdo al Artículo 73 de la Carta Magna tiene carácter de autoridad sanitaria máxima por encima de las secretarías de Estado. Este Consejo estaría integrado por un presidente, que será el secretario de Salud; un secretario; y trece vocales titulares.
La instalación de este Consejo es una necesidad y su funcionamiento se rige según lo establecido por el Artículo 16 de la Ley General de Salud. Al contar con este órgano colegiado todas las disposiciones generales emitidas por ésta serían obligatorias para las autoridades de todo el país, además de estar integrados por especialistas en el tema.
Dos vocales serían los presidentes de la Academia Nacional de Medicina y la Academia Mexicana de Cirugía, mientras que el resto serían los titulares del IMSS e ISSSTE, los directores generales del Conacyt, DIF y Sedena; además de un representante con nivel de subsecretario de las Secretarías de Desarrollo Social y de medio Ambiente y Recursos Naturales; un representante de la SEP; uno de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior; y el presidente ejecutivo de la Fundación Mexicana de la Salud por poner un ejemplo.
Deben ser medidas que sumen sobre las cuales el gobierno federal articule su estrategia para enfrentar el Corvid-19. Es decir, faltan los vocales para atacar esta pandemia de nivel mundial.
Además, se debe seguir las recomendaciones de instituciones internacionales “Organización Mundial de la Salud” para evitar los contagios. Por ello, senadores de Acción Nacional propusieron el Parlamento Virtual y presentaron una iniciativa que cambiaba tres Artículos del Reglamento Interior de la Cámara de Senadores para continuar con las actividades legislativas a distancia, pues continuar con las actividades ordinarias representa un riesgo nacional.
Uno que deriva de la migración constante de personal de todo el país a las instalaciones de la Cámara Alta. Las modificaciones permitirían convocar a sesiones virtuales en emergencias, acorde al Artículo 29 constitucional, tomando en cuenta la suspensión de actividades físicas frente a cuestiones de salud, seguridad, protección civil, caso fortuito o de fuerza mayor.
Y es frente a estas propuestas que el actual régimen parece buscar propagar la pandemia en lugar de resolverla, pues apenas ayer la Secretaría de Salud prohibió a todos los laboratorios hacer pruebas de coronavirus. Una decisión absurda que, en conjunto con la negativa de cancelar vuelos internacionales, poner medidas estrictas de seguridad sanitaria en los aeropuertos y mantener un control en las aduanas y centrales camioneras, deja en entredicho el compromiso con la salud integral de los mexicanos.
Hasta el momento se han enfermado más de 200 mil personas en 165 países, de los cuales cerca de 10 mil han fallecido. Es momento YA de tomar en serio la pandemia y sólo con políticas preventivas de forma integral lo lograremos.
Mientras tanto…
Mientras la pandemia consume lentamente las actividades cotidianas de México, Morena no pudo aguantar para realizar un agandalle más, esta vez en la Cámara de Diputados. Y fue a través del mayoriteo ficticio que los morenistas aprobaron una reforma que les facilita la reelección en sus cargos sin pedir permiso para realizar campañas.
Es una falta de sensibilidad, un planteamiento antidemocrático un agandalle lo que la primera fuerza y sus aliados en la Cámara Baja aprobó de forma sorpresiva y burda, pues la iniciativa pasó con 254 votos a favor, 20 en contra y tres abstenciones.
Y lo es aún más cuando Morena cuenta con una clara sobrerrepresentación, pues en 2018 los candidatos registrados por la coalición Morena- PES- PT creó una mayoría ficticia, pues es mentira que los ciudadanos hayan optado de forma abrumadora por el ahora partido presidencial, sino que al registrar candidatos propios con sus aliados se logró engañar a la sociedad mexicana al sistema político en nuestro país.
Esta es la razón por la que el agandalle en la Cámara de Diputados al aprobar la reelección de los diputados sin dejar su escaño es una farsa y una acción anticonstitucional que debe ser, cuando menos, exhibida como una farsa una gran farsa.