La pandemia que exhibió la mezquindad de Palacio Nacional

Es indignante que mientras los gobiernos de todo el mundo dejan de lado la política y la confrontación para enfrentar en unidad la pandemia de COVID-19, el inquilino de Palacio Nacional aprovecha cada espacio para arremeter contra sus “adversarios” e intentar sacar raja política.

Mientras miles de médicos en todo el país protestan por la falta de insumos, porque está en juego su salud, sus vidas y además ponen en peligro a sus familiares, el presidente está pensando en adelantar la revocación de mandato para empatarla con las elecciones legislativas de junio de 2021. La razón es evidente: el descalabro de su partido en las encuestas de 44% que tenía en diciembre de 2018 a un 18% en marzo de 2020.

Siempre he señalado que el tabasqueño quiere estar en las boletas en 2021 para repetir la fórmula de 2018 y mantener la mayoría en la Cámara de Diputados. Sin embargo, la ineptitud de su administración le está pasando una factura muy alta. Lo más grave es que en lugar de escuchar a los ciudadanos, particularmente en estos momentos al personal médico y a los pequeños empresarios, López piensa únicamente en él.

Su mezquindad es tal que en medio de la crisis sanitaria que vivimos y que ya ha cobrado la vida de varios médicos y enfermeras, el gobierno gastó 511 millones de pesos en un estadio de béisbol; cabe señalar que con esa cantidad de dinero se pudieron haber adquirido más de 470 mil trajes médicos contra el coronavirus. Pero no, las prioridades del presidente “más humanista” de la historia son otras como gastar dinero en un capricho meramente personal y populista, en vez de invertirlo en la salud de los mexicanos.

Lo hemos dicho desde que inició el sexenio: la obstinación de AMLO por el Aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas son una inversión de 53 mil millones de pesos, en los que la iniciativa privada decidió no invertir porque son obras inviables. Es en estos momentos, en los que López debió poner en acción sus palabras de campaña y pensar en las micro, pequeñas y medianas empresas que hoy están sufriendo para pagar sueldos, pero en cambio recibieron la advertencia de no dejar de pagar impuestos.

Por si fuera poco, el gobierno federal lejos de actuar como coordinador de la estrategia de atención a los mexicanos contagiados de COVID-19, se ha convertido en un obstáculo para que los mandatarios estatales respondan de forma adecuada. No hay insumos de calidad, la semana pasada los gobernadores panistas exhibieron que la federación les envió batas transparentes y cubrebocas que no protegen en absoluto al personal médico. Aunque López-Gatell afirmó que no son de uso médico, ¿para qué se envía material que no sirve para atender la pandemia?

Surgen algunas preguntas: ¿dónde está lo que trajo el avión procedente de China que llegó a México el 7 de abril? ¿dónde están los insumos de protección para médicos y enfermeras, respiradores y medicamentos que el Canciller dijo que habían llegado a nuestro país?

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Es lamentable que los gobernadores han tenido que asumir que no hay jefe de Estado, solo han encontrado en la silla presidencial a un merolico que sigue repitiendo las mismas mentiras de sus 18 años de campaña.

Es evidente el desprecio que el presidente ha demostrado hacia los gobernadores desde el inicio del sexenio pues colocó “superdelegados” que, en muchos casos eran excandidatos a la gubernatura, con el objetivo de hacer una campaña política permanente que favoreciera a morena, pero han resultado ser ineficientes y además corruptos. Hoy, López quiere que los gobernadores se conformen con las migajas olvidando que las arcas del gobierno federal están llenas gracias a las entidades federativas.

Tan demencial es la realidad que vive el presidente, que los gobernadores han tenido que tomar distancia de sus posturas. Incluso algunos mandatarios de su propio partido que, al verse impedidos de contradecir a quien les regaló el cargo, han optado por ser serios de cara a la pandemia.

Este año inició con una severa crisis en el sector salud, pues fiel a su postura de no dejar nada que funcionará de las administraciones anteriores, López desapareció el Seguro Popular que en buena medida apoyaba a gente de bajos recursos sin seguridad social.

La pandemia que nos ocupa hoy empezó en noviembre en Asia, y la Organización Mundial de la Salud declaró que era un peligro para la salud internacional en enero, la 4T tuvo tiempo para prever y planear pero la inexperiencia, la ineptitud y el ego le ganaron a un López Obrador que hoy está rebasado. Al tiempo…

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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