Contra todo el mal pronóstico de la oposición en nuestro país, los presidentes de México y Estados Unidos, Andrés Manuel López Obrador, y Joe Biden han acordado estrechar y fortalecer la relación bilateral, “sobre la base del respeto mutuo, la autodeterminación de los pueblos en lo político y lo económico, y la esperanza compartida en beneficio de ambas naciones”.
AMLO construyó una relación positiva con el primer mandatario de Estados Unidos porque es lo que conviene a México, y tendrá, sin duda, de la misma manera, una buena relación con el actual presidente Joe Biden frente a la amplia agenda bilateral entre ambas naciones.
Tan es así que durante la primera llamada que sostuvieron, dos días después de la llegada del demócrata a la Casa Blanca, hablaron de temas relevantes entre las dos naciones como la lucha por el Covid-19, temas a favor de los migrantes, y del desarrollo y del bienestar entre ambas naciones. Inclusive Joe Biden reconoció que “en México las cosas se están haciendo mejor que en Estados Unidos para enfrentar la pandemia de Covid-19”.
Los de la derecha mexicana todo el tiempo hablan de la edad de AMLO, pero Joe Biden tiene 11 años más que el presidente López Obrador.
En días recientes el presidente Biden anunció que tendrá conferencias mañaneras como las del presidente de México, “con el objetivo de regresar la verdad y transparencia en la información, que se perdió durante el gobierno de Donald Trump”.
Una vez más, los opositores en México se quedarán con las ganas de un pleito entre el Presidente de México y el recién electo presidente de Estados Unidos; igual que se quedaron a la espera de una ruptura entre AMLO y Trump.
Los detractores de la Cuarta Transformación no entienden que el Presidente de la República seguirá haciendo todo en beneficio del país y del pueblo que gobierna, en aras de tejer una buena relación sin enfrentamientos con su homólogo de Estados Unidos “por el bien de nuestros pueblos y naciones”.
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Ambos mandatarios han acordado que se requiere de una cooperación efectiva ante el desafío que representa la pandemia del Covid-19 y la situación sanitaria global, además, el presidente López Obrador celebró el reconocimiento a las aportaciones de la comunidad migrante mexicana en Estados Unidos y reiteró que “la solución de fondo al fenómeno de la migración pasa necesariamente por la promoción del desarrollo en las comunidades de origen”.
“La mejor política exterior es la interior”, ha expresado.
En materia de política exterior, AMLO sostiene su tesis de que se debe buscar una cooperación ordenada, respetuosa sin injerencismo de ningún gobierno. “Que nosotros no nos metamos en asuntos que corresponden a Estados Unidos, y que ellos no vengan a meterse en asuntos que nos corresponden a nosotros”.
México sin duda ha tenido una posición proactiva en la construcción de una ruta de entendimiento entre ambas naciones, así quedó demostrado en las negociaciones del tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Para el Presidente las reglas tiene que definirse bien, “porque antes había una intromisión indebida (…), queremos la cooperación pero con respeto a nuestra soberanía”.
El gobierno de México ha celebrado la firma de los recientes decretos con los que se detendrá la construcción del muro en la frontera, se protegerá el programa DACA que libra de la deportación a miles de migrantes que llegaron a Estados Unidos como indocumentados siendo niños, y el establecimiento de un camino para la ciudadanía para 11 millones de personas en situación irregular. “Lo vemos muy bien, no tenemos nada que objetar”, dijo AMLO.
¡Todas son buenas noticias que inauguran la ruta hacia una buena relación!, le duela a quien le duela…