El mérito de la Cuarta Transformación en la Cámara de Diputados se desliza entre la vaguedad y la obediencia. Desprecia el martirio que las y los mexicanos hemos enfrentado en dos años cuatro meses donde el actual gobierno cosechó la ruina de la economía familiar.
Desde antes que el coronavirus se desatara sobre la humanidad y cobrara la vida de millones con efectos aterradores en los bolsillos de tantos, la 4T ya insinuaba una degradación del Producto Interno Bruto (PIB) que en 2019 restó 0.1 por ciento. Una secuela que se dejó crecer hasta que el incendio provocado por la gran pandemia en 2020 consumió la economía nacional más de ocho puntos.
Es decir que la ficticia mayoría en el legislativo prefirió no hacer nada ante la desesperación que allanó todos los hogares de nuestro país, mientras que alrededor del mundo los gobiernos realmente preocupados aprobaron medidas de contingencia. Y fueron estos mismos apoyos los que legisladores de Acción Nacional propusieron aprobar desde marzo del año pasado.
Así es. Llevamos más de un año sin que el Ingreso Básico Universal (IBU) por 3 mil 207 pesos sea un apoyo para los más de 2 millones de desempleados que de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) ya se colocan por arriba del 4% de la población económicamente activa en febrero.
Simultáneamente al eclipse económico que empobrece a las y los mexicanos, en la agenda de la 4T la prioridad es otra.
Un ejemplo fue la aprobación, sin crítica ni cambios, de la contaminante Ley de la Industria Eléctrica (LIE) en la Cámara de Diputados. Una reforma de muerte que daría prioridad al combustóleo en lugar de energías verdes que son cinco veces más baratas y sin daños a la salud.
Tan sólo, el uso del combustóleo en la central termoeléctrica de Tula, Hidalgo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cuesta aproximadamente mil 700 vidas anualmente y expulsa el doble de azufre del permitido por la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
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Y a pesar que la Suprema Corte de Justicia señaló más de 84 suspensiones definitivas contra la LIE, el capricho del poder reinante de la 4T encalla contra todo aquello que no le rinde pleitesía. Así lo hizo contra el Poder Judicial, mientras la falsa mayoría en el Legislativo se inclinó ante sus deseos.
Por eso es importante equilibrar las fuerzas el próximo 6 de junio y optar por perfiles interesantes para la Cámara Baja como el de Gabriel Quadri. Figuras capaces de hacer frente a decisiones dañinas para la salud de las y los mexicanos, que velen por evitar alimentar la pobreza en el país que ya toca a más de 44% según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Tenemos una oportunidad para detener el golpeteo constante a las instituciones, hacia la autonomía y proteger a nuestra democracia, la cual ha sido construida por más de 30 años con el apoyo de diversos actores políticos de oposición y autoridades como el INE.
Dejémoslo en claro, la pluralidad y democracia no llegaron a nuestro país con la 4T sino que ha sido una batalla constante contra el autoritarismo, en la que Acción Nacional ha participado desde el arranque de los primeros intentos por reducir la sobrerrepresentación del partido hegemónico.
Por lo anterior, es una bajeza lo que insinúo esta semana la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero al no reconocer a las fuerzas de oposición en la construcción de la democracia mexicana, además de cuestionar el trabajo del INE cuando fue esta institución quien le entregó la victoria a Morena en la elección de 2018.
Se acerca el momento para impedir la aprobación de leyes que ahuyentan la inversión como la Ley de Hidrocarburos y crear un ambiente de certidumbre jurídica para los participantes de todos los sectores paralizados desde hace dos años. Se acerca el momento de elegir no continuar con las mañas que encadenaron a la Comisión Nacional de Derechos Humanos a Palacio Nacional.
El tiempo se termina para las estrategias fallidas que no han logrado vacunar a todo el personal de salud y que planean regresar a las y los niños a las escuelas sin que la epidemia esté realmente controlada. Es tiempo de un cambio.