El sector privado, incluido el sector financiero, está profundamente relacionado con el cambio climático; por ello, es necesario comprender los impactos y oportunidades para conocer cómo desde las empresas se pueden realizar acciones que contribuyan a reducir los efectos del cambio climático.
De acuerdo con el análisis del Foro Económico Mundial del año 2020, los cinco principales riesgos globales que enfrenta la humanidad, están relacionadas con el cambio climático: (i) clima extremo, (ii) acciones insuficientes para prevenir el cambio climático, (iii) desastres naturales, (iv) pérdida de biodiversidad, y (v) desastres naturales originados por los humanos (como incendios).
Los impactos del clima son sistémicos, por lo que pudieran afectar a toda la sociedad, incluyendo a las empresas de una gran parte de los sectores de la economía. En el sistema financiero, por ejemplo, los principales riesgos son los derivados del aumento de catástrofes naturales o cambios en patrones ambientales; así como lo relacionado con la transición hacia una economía baja en carbono.
Derivado de la necesidad de conocer cómo pueden las empresas y el sector privado conocer las oportunidades y riesgos del cambio climático, el Consejo de Estabilidad Financiera, organismo internacional que integra a todas las economías del G-20, del que México es parte, creó al Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras relacionadas con el Clima (TCFD por sus siglas en inglés), para emitir recomendaciones, de adopción voluntaria, relacionadas con información que promueva decisiones de inversión más informadas con respecto al clima.
El principal objetivo de las recomendaciones del TCFD, es que la información publicada por las empresas permita a los mercados globales tomar mejores decisiones sobre dónde colocar el capital, de modo que las inversiones sean más eficientes y permitan combatir los efectos disruptivos del cambio climático.
La Asociación de Bancos de México, a través del Comité de Sustentabilidad, promueve que se conozcan estas sanas prácticas internacionales entre todos los bancos agremiados, así mismo, se realizan capacitaciones para que la banca pueda estar al día con estas tendencias.
Las recomendaciones del TCFD son, efectivamente, pensadas con el objetivo de facilitar el conocimiento de estos riesgos por las instituciones. Con ellas, se puede tener una evaluación más efectiva de los riesgos relacionados con el clima, mejores decisiones para la asignación de capitales; y la posibilidad de hacer planteamientos estratégicos a corto, mediano y largo plazo.
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Las recomendaciones se estructuran sobre cuatro ejes centrales, que representan cómo funcionan las organizaciones: gobernanza, estrategia, gestión de riesgos y, métricas y objetivos, cada una respaldada por divulgaciones específicas que las organizaciones podrían incluir en sus reportes o informes financieros para respaldar decisiones eficientes e informadas de los inversionistas.
El sector privado juega un papel fundamental ante el cambio climático y sus riesgos derivados. En la Asociación de Bancos de México entendemos este reto y compartimos la responsabilidad, particularmente a través del Comité de Sustentabilidad. Para conocer más, los invitamos a visitar el micrositio www.abm.org.mx/banca-sostenible/