Cuando echamos un vistazo a la industria de la música, siempre nos fijamos en aquellos que la representan estando arriba de un escenario, y en aquellos que la representan siendo la base de lo que vemos en cada show o escuchamos en cada canción.
Sin embargo, son pocos los artistas que perciben el éxito en ambas ramas de la música, y admirarlos no solamente representa la dualidad, sino que significa un pico más en la concepción de la música como medicina para el alma, no muchos son los que de su inspiración logran conectar por medio de su voz.
Y Joss Favela es uno de esos representantes es de esos artistas que recorren el mundo de la música con sus canciones en voz de otros artistas y en voz propia.
“Siempre hay canciones que se quedan, porque cada canción es un enlace con momentos. No sólo del momento en que la escribí, sino tal vez de algún momento en un show, que me la corearon mucho y esos momentos se quedan siempre en mí”.
Y es que es precisamente eso lo que hacen las canciones y la música en general, se queda en ti, permanece y se aferra a algún recuerdo o sentimiento, que son los que consiguen que la música sea un arte construido a base de emociones.
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Pero no es lo único de lo que se compone la esencia de un artista y luego de más de doce meses de ausencia, comienzan a extrañarse los escenarios, el furor, la emoción, y el contacto fan-ídolo que vivíamos constantemente.
Joss ha ido forjando su camino, para trascender y saberse trascendido en este espacio digital que aún cuando pudiese considerarse limitante, siempre avanzó con la esperanza de reconectar con su público.
“Ha habido muchos cambios en mi vida, también en la parte de la música. Estamos cambiando cosas y pues nos hemos tomado con mucha calma la parte de los shows, porque primero tenemos que dejar claro todo, que las cosas mejoren y lo llevamos con mucha calma”.
Con esta premisa, con calma y sobre todo con mucha esperanza, es como caminamos día a día, aguardando ansiosos por el momento en que volvamos a disfrutar de un artista como Joss Favela encima de un escenario, brindándonos emoción en cada melodía.