Acuñar el término carnal para referirse a otra persona no es cualquier cosa, para que a alguien le digas carnal tienen que existir cercanía, empatía, simpatía, tiene que haber camaradería, casi una hermandad.
Se le dice carnal al que es cercano, con el que tienes afinidades, con quienes has pasado buenos, malos y regulares momentos, se le dice carnal a quien es tu par.
La derecha mexicana usa el término carnal para dirigirse no a sus iguales, sino a quienes son sus empleados, sus trabajadores, sus explotados, y lo utilizan para tratar de ser empáticos, pero lejos de serlo suenan falsos y ridículos.
Creen que empleando los términos y palabras que usa el pueblo, serán escuchados, pero para ser atendidos por ciertos sectores solamente hay que empatizar con las necesidades del pueblo, y no utilizar de manera vana y falsa ese término, como ocurrió hace unos días en un artículo del periódico Reforma titulado ¡Vas carnal!
El autor intentó llegar y conectar con un sector de la población con el cual no empatiza con frases como:(…) “sé que a lo mejor tú o tu vieja o tu jefecita y hasta tu papá, votaron por las promesas de ya sabes quién, bueno, pues tienes que saber que muchas cosas que han hecho el Presidente y sus diputados están en contra de ti y de tus hijos (…)”.
Lejos de acercarse a este sector, el artículo y quienes lo promovieron (como una manera de aproximarse a los trabajadores con el lenguaje popular) sólo lograron más bien ridiculizarse a sí mismos y a quienes, junto con ellos, le dieron vuelo al texto como la gran panacea para “llegarle” al pueblo de México.
La columna firmada por Eduardo Caccia causó revuelo en Tuitter por su título y contenido. Una usuaria la llamó: una oda al clasismo y despotismo”; otra dijo: “el patrón no es tu compa, no tu mijo, ni tu carnal, solo es tu explotador y a hora te quiere convencer de que votes por sus partidos, son asquerosos”.
“Así es como los empresarios, clasistas, elitistas, pedantes pretenden vencer a sus empleados, “la prole” para que voten por los intereses de sus opresores quienes han fomentado la precarización laboral a lo largo de todo el régimen neoliberal. De los textos más desconectados con la realidad que he leído”, escribió alguien más.
En contraste, el empresario Gustavo de Hoyos impulsó el mensaje de la columna al tuitear: “Muchos empresarios me han preguntado cómo hablarles a sus colaboradores acerca de la importancia de su voto en las próximas elecciones. Un buen ejemplo para codificar el mensaje nos lo da Eduardo Caccia”;…y el Presidente de Coparmex cita el artículo de Reforma publicado el 23 de mayo que en esta entrega firma con el apodo de “El Cachas”.
La lingüista mexicana, Violeta Vázquez-Rojas Maldonado, especialista en temas de semántica considera, refiriéndose al artículo citado, que: “(…) Su intento por “bajarse” al nivel del habla popular revela un prejuicio insostenible: que los hablantes que no son de la clase alta no son capaces de comprender variedades distintas de su propio idioma, y que no pueden adaptar su manera de hablar al contexto de comunicación. Y al exponerse a ese prejuicio, se delatan.
Los que son incapaces de conocer y comprender otras hablas y sus contextos son ellos, la élite económica e intelectual que nunca ha tenido a los trabajadores como verdaderos interlocutores”.
Lo dicho… por eso y muchas razones más, la derecha mexicana está moralmente derrotada; y ¡claro que hay de carnales a carnales!