El camino a los Juegos Olímpicos de Tokioç ya entregó la factura y ahora el mundo se prepara para ser testigo del florecimiento de una nueva era de leyendas que supieron derrotar las dificultades en medio de la pandemia más grande de nuestra época.
Por ello, reconocemos la voz y el esfuerzo de jóvenes mexicanos por impulsar el deporte nacional, a pesar del limitado apoyo obtenido por la actual administración.
Justo ahora que estamos en la recta de salida de la justa deportiva es momento para preguntarnos ¿qué ha hecho el gobierno mexicano para apoyar a los deportistas?, o ¿cuánto hemos avanzado en estos últimos cinco años en este tema que será noticia diaria las próximas tres semanas?
Es triste decirlo, pero el descuido hacia los deportes de alto rendimiento por parte de la Cuarta Transformación es evidente. Recordemos que el presupuesto ejercido por la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) en las olimpiadas de Londres 2012, en un gobierno panista, fue de 5 mil 351 millones de pesos, mientras que en la justa olímpica de Río 2016, la Comisión sufrió una disminución que llegó hasta los 2 mil 825 millones de pesos.
Y la caída continúa con la 4T, pues actualmente la Conade cuenta con un presupuesto de 2 mil 676 millones de pesos, lo que se traduce en más de 3 mil millones de pesos menos que en 2012.
Pero esta es sólo la primera llama del gran incendio que la Comisión Nacional del Deporte enfrenta, porque desde la llegada de la ex velocista Ana Gabriela Guevara a la dirección de la institución, las promesas de un apoyo digno para las y los atletas se ha borrado del panorama por completo.
Mientras que los festejos y felicitaciones que anunciaban una nueva época para los deportes en México quedaron atrás, junto a las calurosas bienvenidas que figuras como la esgrimista Paola Pliego o la clavadista Paola Espinosa lanzaron en diciembre de 2018 a Ana Gabriela.
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Y todo porque los recortes aplicados por la 4T dejaron en proceso de descomposición a la institución, algo que se notaba desde en junio de 2019 cuando ya se comenzaba a golpear las becas a deportistas de alto rendimiento.
No cabe duda que las condiciones desfavorables dejaron sin opciones a figuras como Paola Pliego, quienes decidieron renunciar a la nacionalidad mexicana en búsqueda del sueño Olímpico.
La esgrimista señaló que tomó esta dolorosa decisión al inicio de la clasificación para Tokio en 2019, porque la Federación Mexicana de Esgrima no la inscribía a ninguna competencia, además de ser víctima de un falso positivo en el examen de antidopaje por parte del Laboratorio de la Conade en 2016.
Algo que confirmó la Décima Sala del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México el 23 de abril de este año al ordenar a la Conade indemnízala con 15 millones de pesos.
Ésta es la condición que ahora permea en toda la institución, una condición degradante que excluyó a Paola Espinosa del equipo de clavados después de ganarse su lugar para las Olimpiadas en 2019. En su momento, la clavadista denunció que ésta represaría venía de parte de Guevara, por la protesta que hizo contra la terrible administración del Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (Fodepar), uno de los más de 100 fideicomisos cancelados por la 4T el año pasado.
Además, dentro de la administración de esta importante institución, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) integró una investigación debido a inconsistencias en el programa Atención al Deporte por parte de servidores públicos en 2019. Un apoyo que otorga servicios integrales para elevar el nivel competitivo de los atletas.
En ese sentido, se dio a conocer que ese año se celebraron los Juegos Panamericanos de Lima y para dicho programa se contó con un presupuesto de 679 millones 135 mil pesos, pero de acuerdo a la investigación de la ASF las irregularidades en los contratos de adjudicación directa dejó sin declarar 186 millones 706 mil pesos, es decir el 27 por ciento del apoyo.
Por su parte, la Secretaría de la Función Pública (SFP) levantó siete auditorías en 2019 por lo que identificó como un daño de 50 millones 800 mil pesos dentro del Fodepar, informando a la Conade de 22 observaciones, donde seis corresponden al Fondo para el Deporte.
Ésta situación que desembocó en la reintegración del 90% de dicho monto por la institución deportiva, así como la suspensión de Israel Benítez, subdirector de Calidad para el Deporte de la Conade, por el abuso de sus funciones al permitir que las instalaciones exclusivas para atletas de Villas Tlalpan fueran usadas por personas ajenas a la Comisión.
Es increíble que en este momento cuando una exatleta dirige la máxima institución del deporte en México se tengan tantos abusos y que en lugar de velar por el desempeño de las y los deportistas se rente un vehículo por 363 mil pesos para Ana Gabriela Guevara, el cual tuvo a su disposición del 24 de septiembre al 31 de diciembre del año pasado
Con estos excesos y recortes engendrados desde la 4T, los más perjudicados son los atletas, quienes están abandonados ante las adversidades. No hay sensibilidad en la 4T para ellos y se les pone el pie a cada paso, en lugar de apoyarlos en su empresa por tocar la victoria en el pebetero olímpico.
A pesar de todos estos impedimentos, desde la tierra del “sí se puede” deseamos a atletas como Paola Longoria y a todas y todos los deportistas el más grande de los éxitos, porque al final los logros que alcancen serán gracias a su esfuerzo y no al del gobierno federal, quien seguramente presumirán los éxitos dentro de las justa olímpica sin haber hecho nada para alcanzarlos.
En hora buena por la selección de fútbol nacional alcanzó la victoria esta semana, colocando el marcador 4-1. Son los jóvenes atletas mexicanos quienes dan la cara y serán los verdaderos victoriosos en Tokio 2021.