En realidad, la relación bilateral entre México y EU ha estado más allá de este tipo de circunstancias.
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Los Estados Unidos de América se han caracterizado por su pragmatismo más allá de escándalos mediáticos del Presidente en turno enfocándose en lo más benéfico para ambas naciones.
Lo que sí debe preocupar es la postura del Estado mexicano. Una postura contraria a toda la historia de nuestro país basada en el respeto a la autodeterminación de los pueblos y a la no intervención de la política interior o exterior de otro país, máxime cuando se trata de nuestro principal socio comercial y albergue de millones de mexicanos que siguen sin encontrar las mejores condiciones de vida en nuestro país.
Resulta lamentable que un Jefe de Estado seriamente criticado al interior de su país sea defendido a ultranza cuando nuestra obligación como líderes mexicanos es apoyar a los pueblos amigos en términos de sus necesidades y cambio en sus condiciones de vida por encima de sus figuras políticas, las cuales sin importar la postura que estas tengan no deben ser tema central de nuestra política exterior.
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Este tipo de circunstancias en las que no se tiene una deferencia para las relaciones con otros países ordenándoles qué hacer con una calidad moral nula, nos ponen a nivel internacional como una nación que lejos de resolver sus problemas internos, hacen manifestaciones políticas para legitimar regímenes que, cierto o no, han sido seriamente cuestionados por sus resultados y sus acciones en contra de su propio pueblo.
Habremos de preocuparnos no sólo por las relaciones con EU, a quien, así como le exigimos respeto, se lo debemos; enfoquémonos en aportar más que en condenar, en conciliar, más que señalar y en ser un ejemplo para todas las naciones y hasta que resolvemos los problemas de división interna, entonces sí sugerir soluciones y ser el vínculo de acercamientos benéficos que redunden en mejores condiciones a nuestras y nuestros hermanos cubanos.
De verdad esperamos que esas relaciones que han costado tanto construir con nuestro vecino del norte no se vean empañadas por pasiones políticas sin sustento que sirven exclusivamente para posicionar un discurso divisivo en todos los frentes.