Fiestas Patrias

El traje de charro es todo un arte

El traje de charro es el símbolo de la mexicanidad y una de las vestimentas más admiradas en el mundo. Sin embargo, en México son pocos quienes saben confeccionarlo. Antonio Arreola, heredó la tradición y el oficio de hacer trajes de charro de su padre, quien diseñaba dicha prenda para artistas como Pedro Infante, Tito Guízar, Javier Solís, el trío Calaveras, entre otros. Arreola nos cuenta en una breve entrevista qué se necesita para hacer esta vestimenta y cuántos días de trabajo se requiere

1-¿Qué se debe tomar en cuenta para confeccionar un traje de charro?

— Todos piensan que los trajes son iguales y no es así. Primero, antes de confeccionarlo hay que saber para qué lo vas a usar: para cantar, bailar, charrear o para una boda, ya que son diferentes tipos de corte y adornos. Por ejemplo, el charro lo usa para montar a caballo por lo que la tela necesita ser más resistente y más holgado para que tenga libertad de movimiento, los adornos que lleva son más austeros y nada escandalosos. Por su parte, los de mariachi son más ajustados, sobre todo si lo usan los jóvenes. En tanto, el traje para una boda, debe guardar la tradición y no hacerse tan escandaloso. Por lo regular es negro.

2-¿Cuánto cuesta un traje?

— Lo hacemos al presupuesto y al gusto del cliente. Un traje de charro barato sobre medida y bien hecho con botonadura plateada va desde tres mil pesos en adelante. Si el traje es sencillo tardamos una semana en realizarlo, los más elaborados un mes y medio porque son bordados a mano. Yo me encargo de cortarlo, mi esposa de bordar y además, se requiere el trabajo de muchos freelance. El sombrero se hace también a la medida de la cabeza del cliente.

3-¿Dónde usarlo?

— No sólo en las fiestas del 15 de septiembre, sino en cualquier lienzo charro, si vas vestido de charro, entras gratis.

4-¿Se está perdiendo la tradición?

— Creo que está perdiendo mucho su valor. Sin embargo, a los extranjeros les gusta mucho el traje de charro. Tengo clientes de Suiza, Alemania y Japón, incluso, me han hablado de España para pedirme que les haga un traje como el que salió en la película El rapto.

 

 

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