Esponjosos, con tonos dorados y café y un olor a vainilla que a todos nos encanta, los hotcakes han conquistado muchísimas generaciones a través de la historia, siempre ideales para el desayuno o la merienda son un alimento perfecto que podemos acompañar con lo que queramos, desde la famosa miel de maple, hasta leche condensada o chocolate, prácticamente todo va bien con ellos.
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Pero, como sucede con prácticamente todas los alimentos ‘icónicos’, siempre han de haber otras versiones, otros nombres y otras formas de comerlos.
Estados Unidos
Se adjudican la creación de los hot cakes o pancakes, se les ocurrió que sean muy esponjosos y por lo regular los acompañan de tocino, huevo y hasta una salchicha, un desayuno ganador.
Latinoamérica
En México, por nuestra cercanía con Estados Unidos, les llamamos hot cakes y nuestra manera más común de consumirlos es con miel de maple, leche condensada, avena y fruta. En esta zona del planeta existen variaciones de este nombre como: panqueque, panqueca, tortita, etc; pero todas bajo la misma concepción dulce.
Europa
En países como en España se le conoce como ‘tortita’ y su preparación es prácticamente la misma que en Estados Unidos. Sin embargo, la cosa cambia en países como Dinamarca, donde aunque también son muy dulces, acompañándolos con frutas, miel y azúcar glass, el método al cocinarlos es distinto, pues se hornean en sartenes especiales, para lograr la consistencia ideal, si un día quieres hot cakes en Dinamarca, debes pedirlos como ‘Aebleskiver’.
Asia
En China la receta cambia por completo, pues en la mezcla de la harina se agregan cebollines finamente picados, dando como resultado el ‘Congyóubîng’ (Pan de cebollín) que también se puede preparar con berenjena, sésamo y ajo, aquí en vez de maple utilizan salsa de soya para bañarlos.
De hecho una curiosidad acerca de esta versión de panqueques es que hay una anécdota que señala que Marco Polo se enamoró en un viaje a China de los famosos Congyóubîng y al llegar a Italia pidió a varios cocineros que recrearan este pan para él, pero al intentarlo, un chef napolitano quiso innovar improvisando algunos ingredientes, dando como resultado un ‘pan’ más elaborado: la pizza.