Sebastián, en primer lugar pudieras decirnos ¿Qué es un vino orgánico y cuál es la diferencia con el que no lo es?
-Nuestra compañía se encuentra en California y por tanto está sometida a las regulaciones de Estados Unidos, toda la normativa se basa en el California Certified Organic Farmers (CCOF) por lo que no podemos utilizar ningún pesticida o herbicida, todo tiene que ser orgánico, es un esfuerzo de años. También hay una lista de cosas que no puedes utilizar, como nutrientes, por ejemplo. Una vez al año nos visitan para hacer una auditoría y asegurarse que todo esté bien para darle a la gente un nivel de transparencia extremadamente alto en la producción de nuestros productos. ¿Cuál es la diferencia con los vinos convencionales? Que estos vinos no están sometidos a esta estricta regulación.

La producción del vino, finalmente es un negocio ¿Por qué elegir su producción orgánica y no la tradicional?
-Bueno, Bonterra como compañía produce diversos tipos de vinos. ¿Por qué hacerlo? La familia Fetzer empezó con esta producción de vinos en 1968 en Mendocino, al norte de California, cuando aún no existían todas esta regulaciones, porque ellos tenían una fuerte conexión con la tierra y así lo creían, ellos fueron pioneros en la sustentabilidad y lo orgánico y eso se permeó en la compañía. Con el transcurrir del tiempo, la marca Bonterra apareció siendo parte de la marca Fetzer, pero se separó cuando empezó a crecer y actualmente es la marca número uno de vinos orgánicos en Estados Unidos. Tenemos la responsabilidad de cuidar la tierra y seguir esa filosofía de más de 30 años, no sólo de cuidarla, sino cuidarnos a nosotros mismos.

¿Qué filosofía personal aplicas a la producción de estos vinos orgánicos?
-Busco hacer un vino que sea transparente, fácil de tomar, que no sea pretencioso ¿Cómo lo hacemos? Compactando la uva en el lugar correcto, que nos dé una manera fácil de poder cultivar y poder manejar la amarra y también en el procesamiento, la ejecución, la maduración y todo lo que conlleva la producción del vino, tratar de no manipularlo mucho, para que se vea reflejado en el punto final, queremos que cuando la gente lo tome le resulte fácil de hacer, que no tenga ningún conocimiento especializado para beberlo, un vino sin pretensiones, tratando de respetar de donde viene la uva.
¿Es posible diferenciar con los sentidos un vino orgánico?
-Es difícil de decir, he visto varios estudios que son interesantes, pero yo diría que no, que es difícil aún para la gente que está entrenada.
En tu experiencia ¿Un vino orgánico es difícil de maridar?
-No, ninguna, al contrario, es súper fácil. Nuestros vinos son transparentes y fácil de maridar, pues de eso se trata, de hacer vinos que se puedan consumir con ciertos tipos de comida. De hecho los vinos Bonterra van muy bien con la comida mexicana, pues necesita de vinos transparentes porque ya tiene muchos componentes.

Finalmente ¿por qué razón consumir vino orgánico?
-Creo que hoy en día hay que tener un poco más de conciencia en general, no solamente en lo que respecta al tema del vino, sino con lo que estamos haciendo día a día con la madre naturaleza. Tomar vino orgánico, como consumidor, se está ayudando a combatir un poco el cambio climático. Nosotros estamos en planes de expansión y expandir Bonterra, significa que haya menos plantaciones de viñedos comerciales, entonces estamos ayudando un poco y también por una cuestión de bienestar, porque si a la gente le gusta comer cosas frescas, con el vino pasa lo mismo, Vinos Bonterra te da la sensación de que estás consumiendo algo transparente.