Un trabajo hecho en la oscuridad, peligroso y que muy pocos se atreverían a hacer. Se trata de sumergirse en aguas negras para limpiar y mantener libre de objetos que obstruyan el drenaje profundo. Para esto hay un buzo que se encarga de ello, su nombre es Julio César Cu Cámara.
“La función del buzo de aguas de la CDMX es dar mantenimiento y limpieza a las plantas de bombeo, ya sea de agua potable, aguas tratadas o aguas negras de cualquier tipo de agua que es lo que maneja la CDMX, se les da mantenimiento y en algunas ocasiones reparaciones debajo del agua.” Julio Cesar Cu Cámara, buzo de aguas negras.
El buzo contó a Unotv.com que desde los 16 años aprendió a nadar y que llegó al Sistema de aguas de la CDMX (SACMEX) de casualidad. Desde hace 33 años se ha dedicado a inspeccionar el drenaje, reparar maquinaria y limpiar bombas.
¿Qué es lo que se encuentra en las profundidades de la CDMX?
“Más bien la pregunta es qué es lo que no me he encontrado, aquí nos encontramos de todo lo que se les pueda ocurrir… desde una colilla de cigarro, partes de automóviles, animales muertos, refrigeradores, lavadoras, pedazos de lavadoras, de todo.”
Julio necesita el apoyo de al menos 15 de sus compañeros para realizar su trabajo.
¿Qué equipo necesita para poder trabajar?
· Traje hecho en Noruega que mide 3 centímetros de grosor.
· Mangueras a las que llaman condón umbilical (por las cuales circula el oxígeno y los cables de sonido).
· Casco de acero y bronce que pesa aproximadamente 10 kilos.
· Una consola de regulación y control.
· El casco y el traje juntos pesan alrededor de 60 kilos.
Julio César también apoya en la búsqueda de quienes caen a coladeras por accidente, a bomberos, al Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas ( E.R.UM.) y a la Policía Ribereña.
“Sí nos hemos encontrado algunas personas, pero se encuentran en las compuertas de arrastre de basura que es donde se atoran, entonces los operadores son los que se encuentran los cadáveres y ya nos avisan a nosotros.” Añadió el buzo.
Julio César es el único buzo de este tipo en México y en el mundo
Julio revisa dos veces al mes el drenaje, en las inspecciones ha estado desde 30 minutos hasta cuatro horas bajo el agua, comenta que durante todo el año observa la misma cantidad de basura. Aunque su trabajo se concentra en la CDMX, colabora también y en diferentes partes del país.
Hasta el momento el buzo de 58 años no piensa retirarse, pero sí planea entrenar a otros buzos para que se unan al equipo de limpieza.
“De hecho yo ya me puedo jubilar, pero me gusta mucho mi trabajo y voy a seguir trabajando… a mí familia no le gusta mi trabajo, empezando por mi esposa, ni a mis hijos, pero saben que de esto vivimos, que me gusta mi trabajo y ellos confían totalmente en mí.”
Con imágenes e información de Alejandra Pardo, UNO TV.
