Paulina Alcocer es Co presidente de la fundación Pro Mujeres Cautivas desde hace más de 11 años donde ha trabajado en el penal de Tepepan, acompañando a las internas en sus diferentes procesos, apoyándolas con cursos y talleres auto sustentables, donde maquilan productos para empresas de donde ellas reciben remuneración por su trabajo para su mejor adaptación dentro del penal e inclusive mantener a sus familias .
En todos sus años de trabajo, Paulina ha intentado mejorar la vida de las internas impulsando diferentes proyectos que ayuden a la reinserción de estas mujeres en la sociedad:
«Cuando por circunstancias del destino entré a la cárcel de Tepepan vi las necesidades que había, como la falta de visitas a las reclusas, he ido cárceles de hombres y ahí hay hasta fichas para ingresar, pero en Tepepan sólo el 10% de las mujeres tiene visitas y esa soledad es un fuerte golpe anímico”. mencionó.

Paulina contó las experiencias más fuertes que las internas le han contado sobre su vida y que las llevó a un lugar como una prisión y como esas anécdotas la han impulsado a querer seguir ayudando a mejorar la calidad de vida de las mujeres que cumplen sus condenas.
“De allí nace esa necesidad de cooperar con ellas, a mí no me gusta mucho la palabra ayudar, creo que el término ideal es acompañar y empatizar sus procesos; creo que eso es lo que más me gusta de la fundación, escucharlas, entender sus historias”
En sus casi 12 años frente a la fundación, ha recibido apoyo de otras personas e instituciones, además cree que el apoyo no es mínimo, sino enormemente significativo para las internas:
«Esto no es un grano de arena, es una carretada de ayuda de toda la gente que viene con nosotros para acompañar a estas mujeres».
Además detalló que una de las cosas que más satisfacción le produce es ver como el proyecto que encabeza ha dado resultados efectivos pues han logrado una gran cantidad de reclusas que se logran una reinserción satisfactoria incluso dentro de la misma prisión, dandole nuevas oportunidades a las mujeres.
«Hemos visto unos casos de retorno dentro del penal, donde mujeres se han reinsertado dentro del penal y han re hecho su vida, sabiendo que les queda 60 años de condena y que no van a salir; sin embargo trabajan, son maestras de yoga, hacen sus ejercicios ya hicieron paz con la vida que les toca».