Los dos primeros episodios de The Last Dance, el documental sobre Michael Jordan en Netflix, dejaron mucha tela que cortar.
Aunque el documental de diez episodios habla sobre la última temporada de Jordan con los Bulls, los dos primeros se refirieron a su llegada al equipo.
Dejó varias frases duras sobre lo que era la realidad del conjunto, un reflejo de la NBA en esos años.
La dura anécdota que reflejaba el caos
“Cuando llegué a los Bulls, los veteranos del equipo hacían cosas que nunca había visto: fumaban marihuana y tomaban cocaína”, confesó Jordan.
El astro del baloncesto contó una anécdota en especial que pintaba el cuadro completo.
“Una vez, durante la pretemporada, estuve en el hotel buscando a mis compañeros y comenzando a tocar en todas las puertas, hasta que llegué a una”.
“Allí pude escuchar a alguien decir ‘Shhhh’. Entonces oí una voz que preguntaba ‘¿Quién es?’ y dijeron ‘Dios, es el novato”.
“Cuando abrieron la puerta pude ver a todo el equipo ahí adentro”.
“Tenían líneas de cocaína por todas partes, pipas de marihuana, había mujeres… era un verdadero circo”.
Se apartó y lanzó: “Me voy, si alguien viene al cuarto ahora mismo yo también sería culpable”.
“Nunca fumé, nunca usé cocaína y ni siquiera bebí”.
¿Cómo eran los Bulls pre Michael Jordan?
Michael Jordan fue drafteado por los Bulls para la temporada 1984-85.
El conjunto, fundado en 1966, nunca había ganado un campeonato de la NBA.
A duras penas solo había ganado un título divisional en los años 70.
Una temporada antes de la llegada de Jordan, Orlando Woolridge era su principal referente ofensivo.
Le seguían Quintin Dailey y Mitchell Wiggins, mientras que en la defensa destacaba Dave Greenwood.
El conjunto era dirigido por Kevin Loughery, y finalizó quinto en la División Central de la NBA con récord de 27-55.
Un año después, con los mismos jugadores, Jordan se puso a la cabeza y ganó el Novato del Año.
Siete años después, conquistaban su primer anillo de campeón.
