La Fiscalía General de la República (FGR) recurrió a engaños de operativos falsos para convocar a personal de esa institución, encerrarlos en auditorios y obligarlos a firmar su renuncia antes de que terminara el 2021, así lo aseguraron varios de los afectados a medios de comunicación.
De acuerdo con los denunciantes, los despidos ocurrieron cuatro días antes del Año Nuevo, ya que se tenía la orden de realizar una reestrcuturación en la dependencia que encabeza Alejandro Gertz Manero con motivo de la política de austeridad del gobierno federal.
Emeequis dio a conocer que al menos 200 agentes de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) fueron convocados a realizar un operativo en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en contra de una presunta banda que se dedica al tráfico de personas.
Tras llegar por avión, los policías y peritos que acudieron al llamado fueron llevados a un auditorio, se les pidió dejar sus armas y celulares en la entrada, al inicio creyeron que fue para evitar alguna filtración de información, pero después la puerta fue cerrada con candado y les dieron la sorpresa de que no podían abandonar el sitio sin autorización de sus superiores.
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“En ese momento nos dijeron ‘les notificamos a todos ustedes que vas a causar baja de la institución el 1 de enero y aquí están sus renuncias”, narró al medios uno de los agentes afectados.
Entre los documentos que les dieron estaba un cheque, el finiquito y los presionaron para que los firmaran, ya que si no lo hacían los amenazaron con retenerles su última quincena, tampoco les permitieron asesorarse con ninguna abogado ni contactar a sus familias.
“Así nos pagaron años de lealtad a la institución, lo que pasó en diciembre fue una traición a la procuración de justicia al más alto nivel. Y la gente tiene que saberlo: el fiscal Gertz Manero nos mintió en la cara y echó a la calle a la gente que sí está haciendo algo contra el crimen organizado”, dijo otro de los despedidos.
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Casos similares se han denunciado en Morelos, Tabasco y Ciudad de México, en donde les dieron hojas membretadas en las que supuestamente aceptaban su baja, aunque algunos agentes con mayor antigüedad aceptaron una indemnización de hasta unos 350 mil pesos, pero a otros más intentaron quitares pensión, antigüedad, prestaciones, todo, por un pago único de 20 mil pesos.
