A dos meses de que entró en operación, los resultados del Batallón de Seguridad Turística de la Guardia Nacional -el primero en su tipo-, han sido opacados por hechos como la balacera en la que murieron presuntos delincuentes buscados por agencias internacionales en un complejo de Xcaret, Quintana Roo, y el asesinato del empresario Fernando Mazzoni; entre otros acontecimientos.
Al respecto, el gobernador de la entidad, Carlos Joaquín González, comentó que en los próximos días habrá colaboración de agencias de Estados Unidos como la Administración de Control de Drogas (DEA) y el Buró Federal de Investigaciones (FBI), así como la Policía Montada de Canadá; todos con el objetivo de combatir el crimen en la región.
Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, afirmó este lunes que la cooperación de Estados Unidos en Quintana Roo -bajo la iniciativa Entendimiento Bicentenario- respetará la soberanía de México, ya que el objetivo es “resolver la violencia como una responsabilidad compartida”.
El pasado 17 de noviembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó el Batallón de Seguridad Turística de la Guardia Nacional, un cuerpo conformado por mil 445 elementos de la GN, con el objetivo de “dar atención prioritaria a la Riviera Maya en Benito Juárez, Solidaridad y Tulum para proporcionar seguridad a turistas y residentes nacionales y extranjeros contra delitos como el tráfico de drogas”.
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“El despliegue del Batallón de Seguridad Turística de la Guardia Nacional permitirá preservar la seguridad pública y combatir los hechos delictivos con estricto apego a los derechos humanos”, detalló la Secretaría de la Defensa Nacional en el boletín 323/Nacional, emitido el 1 de diciembre.
“Este batallón especializado para garantizar el orden e inhibir la comisión de delitos, representa un paso firme en el fortalecimiento del desarrollo y consolidación de la Guardia Nacional como un organismo con sentido social y compromiso institucional en materia de seguridad pública”, añadieron. Aunque inició en Quintana Roo, se espera su ampliación a otros sitios turísticos.
Presencia de la Guardia Nacional en Quintana Roo
De acuerdo con el Informe de Seguridad correspondiente al 20 de enero de 2022, en Quintana Roo se cuentan con mil 770 elementos de la Guardia Nacional. En el mencionado mes fue nombrado como coordinador estatal el comisario (Gral. Brig. D.E.M.) Alberto Román González Fernández.
En cuanto a elementos de la Guardia Nacional, Quintana Roo ocupa el puesto 21 con mayor número en su territorio. El estado que más elementos tiene es la Ciudad de México, con 13 mil 102, seguido por el Estado de México con nueve mil 927. El estado con la menor cantidad de elementos de la GN es Aguascalientes, con 308, de acuerdo con el informe de Seguridad de enero de 2022.
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Por otro lado, el de Seguridad Turística es uno de los siete batallones especiales creados por la Guardia Nacional y el cuarto con más elementos. En primer lugar están los 20 Batallones de Seguridad en Carreteras con siete mil 468 elementos y en último lugar está el Grupo Especial de Investigación de Delitos Contra las Mujeres, con 100 elementos, según el informe de Seguridad de Diciembre de 2021. Las autoridades de Seguridad aclaran que los efectivos considerados son iniciales, los cuales se incrementaran conforme a las necesidades.
3 preguntas con
Juan Carlos Piña, profesor de Derecho Penal del Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro
¿Qué evaluación puede hacer de la presencia del Batallón de Seguridad Turística de la Guardia Nacional en Quintana Roo?
Analizando esta propuesta que se planteó a finales del año 2021, justamente, el 17 de noviembre, yo creo que los resultados no son necesariamente negativos, pero sí deja ver que hay un esquema de planeación un poco rezagado.
El estado de Fuerza de la policía en el estado de Quintana Roo es de mil 446 elementos, cuando propusieron para este operativo incorporaron mil 445. Suman casi el mismo número de activos de la Guardia Nacional para incorporarlos en este esquema turístico. ¿Qué puedo advertir en esta estrategia? Hay que apostarle un poquito más a la planeación, porque, al final del día, sumar muchos más policías no te va a dar resultados en cuestión de incidencia delictiva.
Eso lo comento porque el martes 25 de enero hubo un homicidio en un establecimiento muy conocido, con mucha afluencia turística y eso deja ver que el esquema de planeación está un poco rezagado. No es que no funcione, más bien, la estrategia tiene que permear en todos los ámbitos; por ejemplo, debe haber mayor participación ciudadana y activación del desempeño democrático en la cultura de denuncia; etcétera.
Se me hace una buena estrategia, pero hay que esperar que madure un poco.
Llama la atención que busca fortalecer las vías de comunicación y colaboración entre las instituciones de seguridad. Si ha logrado golpear un poquito el tema de incidencia delictiva, sobre todo el tema de crimen organizado, pero yo creo que ahí hay que apostarle a un tema de inteligencia y planeación desde el punto de vista operativo.
¿Cuáles son los principales retos que enfrenta Quintana Roo en materia de seguridad? Especialmente, tras el anuncio de que la DEA y el FBI trabajarán en la región.
Creo que nos preocupa y nos asusta un poco el tema de intervención de agencias internacionales en la política de seguridad nivel local, pero creo que todo abona. A final del día, los retos tendrían que versar sobre un esquema de colaboración interinstitucional y de comunicación.
No es mal vista la intervención de agentes internacionales, siempre y cuando haya un esquema de colaboración y de control a nivel local. Nosotros, como Estado mexicano, tenemos nuestras agencias. Creo que puede funcionar una estrategia, no una intervención directa ni en la política de seguridad, pero sí un margen de colaboración controlado.
¿El proceso electoral que vivirá Quintana Roo tiene alguna relación con la ola de violencia que se vive actualmente?
Yo siempre he sido partidario de no politizar las cuestiones de seguridad pública, ¿por qué? Porque al fin de cuentas, esto atañe a la sociedad de manera directa, con independencia del partido que le toque ocupar posiciones en el poder,
La cuestión de carácter de seguridad pública y derechos humanos, tienen que ser muy neutrales. A nivel político tendríamos que fijar una línea estratégica y una tendencia muy firme en torno al combate a la delincuencia, el crimen organizado.
