Que Panamá haya decidido no otorgar el beneplácito al historiador Pedro Salmerón, quien es señalado por acoso sexual, es un triunfo de grupos feministas, los cuales, ante la posibilidad de que se repitan estas situaciones, buscarán apoyo en instancias extranjeras; considera Claudia Ivette Pedraza Bucio, especialista de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Comunicación de la Universidad La Salle.
En entrevista con Publimetro, Pedraza Bucio señala que casos como el del senador Félix Salgado Macedonio, quien fue denunciado por acoso sexual cuando buscaba la gubernatura de Guerrero -y quien perdió la candidatura, por no haber justificado gastos de precampaña- y el de Pedro Salmerón, sólo demuestran una visión bastante tradicionalista y machista acerca de la violencia de género.
4 PREGUNTAS CON
Claudia Ivette Pedraza Bucio, especialista de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Comunicación de la Universidad La Salle.
¿Cuál ha sido la influencia que ha tenido el movimiento feminista en decisiones de la 4T? Por ejemplo, la designación del historiador Pedro Salmerón como embajador en Panamá.
Creo que, más que hablar de la influencia del movimiento en general, lo acotaría a la movilización que, desde ciertos grupos feministas, se hizo a través de las redes sociales. La influencia que tuvo fue que permitió visibilizar el caso, más allá del país, para que fuera lo suficientemente notorio y que en Panamá tuvieran esa conciencia y la información, datos y todos los antecedentes.
Pensemos que, sin esta movilización en las redes y estos trending topics que se colocaron a través del hashtag #UnAcosadorNoSeráEmbajador, difícilmente los medios de Panamá hubieran retomado el caso. Sabemos que este personaje cuenta con toda la protección del gobierno y de forma personal del presidente.
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Justo, lo que permitió esta movilización feminista, fue hacer visible el caso. Primero a nivel nacional y después a nivel internacional, lo suficientemente para qué desde las propias instancias del Gobierno panameño se tomarán decisiones.
A mí me parece que no podemos decir que fue una cuestión nada más de inquisición como se manejó en la mañanera.
O sea, alguien en el gobierno de Panamá con conciencia, con perspectiva de género, pues tomó en cuenta estas acusaciones. Y a diferencia de lo que ocurre aquí, donde estas acusaciones son minimizadas e incluso juzgadas por la propia figura presidencial, allá, este caso se analizó desde otra perspectiva y se decidió que una figura así no podía estar al frente de una embajada.
Hemos visto casos como cuando el senador Félix Salgado Macedonio buscaba la gubernatura de Guerrero y fue denunciado. ¿Por qué, a pesar de estas movilizaciones, no hubo resultados similares al caso Salmerón?
Porque en ese momento la decisión no recaía en una instancia que estuviera fuera del propio aparato de gobierno. A final de cuentas la designación de Salgado recaía en el mismo partido. Incluso este sistema de poder y en ese sentido, pues no hubo ninguna repercusión.
Como el gobierno extranjero tiene facultad de aceptar o no estas designaciones, en función de cuestiones que considere importantes, fue que hubo consecuencias.
Aunque es importante que esta figura no haya llegado a la embajada por estos señalamientos, porque sienta un precedente de que estos casos importan y hay que tomarnos en serio, resulta muy grave que reciba reiteradamente apoyo. Lo que se dijo de que se debe colocar en un puesto significa que el respaldo sigue presente.
Otra cosa que muy particular, justo ocurrió con Félix Salgado y vuelve a ocurrir con Pedro Salmerón es que, un poco para acallar estas movilizaciones, estas críticas del feminismo hacia estos actos; desde el partido y desde el gobierno, se utiliza a mujeres como sustitutas de estas figuras polémicas.
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Ocurrió con Félix Salgado y entonces se colocó a una mujer, su hija. Ocurre ahora con Pedro Salmerón, se coloca una mujer y me parece que eso es una muestra bastante cínica del uso político que le están dando a las mujeres.
En primera instancia, si estas mujeres están capacitadas para ocupar estos puestos, no tendrían que ir como sustitutas y menos de figuras polémicas acusadores. Si ellas tienen las capacidades de estar como embajadora, pues ella pudiera haber sido la primera elección, no tendría porque ser una elección secundaria, que además se utiliza para acallar esas voces que desde el feminismo señalan la actitud machista de proteger acosadores.
¿Qué lectura da sobre estos discursos encontrados? Por ejemplo, la SRE señala que la política exterior es feminista, pero en la práctica vemos estos casos.
A mí me parece esto que hay una completa incoherencia entre ese discurso de un gobierno que se dice a favor de los derechos de las mujeres. Un gobierno que se dice, incluso por algunos funcionarios, feminista y que al mismo tiempo reproduce los mismos mecanismos patriarcales, los mismos mecanismos machistas para cuestionar a las mujeres, para minimizar sus violencias y para proteger a aquellos hombres que ejecutan actos de violencia de género en cualquier nivel.
Me parece que esto es un discurso bastante incoherente e incluso que es un discurso bastante peligroso, porque justo provoca que aquellas mujeres que están alzando la voz por estas situaciones -y no porque están en contra del presidente como el propio presidente ha insistido, porque eso es, digamos, la forma en que se ha desacreditado en general a los movimientos feministas que están en contra del gobierno- también son atacadas por toda la comunidad de seguidores de la figura presidencial.
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Esa es una actitud también bastante irresponsable desde la figura presidencial, porque considerando el poder de convocatoria de relevancia en la cantidad de seguidores que tiene, el que de forma tan sencilla descalifique a mujeres feministas, a colectivas feministas, provoca que ellas sean también atacadas cuando señalan estos actos que no son falsos, que son actos de violencia que han ocurrido y que no tienen que ver con ninguna cuestión de oposición al gobierno. Tiene que ver con exigir que las personas que ejercen violencia sean funcionarios, sean un historiador famoso o sean un prospecto de embajador, pues no queden impunes de estos actos.
¿Qué podemos esperar en caso de que una situación como los casos Salgado y Salmerón vuelva a ocurrir?
A mi me parece que ya el gobierno ha tenido bastante ocasiones de reconsiderar esta visión bastante tradicionalista y machista acerca de la violencia de género, que se refleja en estos casos, pero también en las declaraciones y también en las medidas sobre políticas de atención a las violencias contra las mujeres y en todas estas situaciones ha mostrado ceguera.
Me parece que mucha de la esperanza en este gobierno estaba puesta en las mujeres que ocupaban los cargos y también hemos visto como han hecho uso de estas mujeres, sin negar su agenda y su convicción. Pero cómo esto, al final de cuentas, han estado en el mismo tenor de la línea presidencial y eso no ha hecho una gran diferencia a la hora de que aparecen estos casos.
Me parece que van a seguir ocurriendo estos casos. Lo que ocurrió en la conferencia de prensa del Presidente nos da cuenta de que no hay una intención de modificar la mirada sobre las violencias de género que les ocurren a mujeres en este país.
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Y lo que me parece es que justo el hecho de que las movilizaciones feministas, a través de las redes, hayan tenido esta resonancia, pues va a generar que ante nuevos casos surjan otro tipo de movilizaciones, otro tipo de hashtag que denuncien estos acosos y que traten de incidir, ya no en las decisiones de este gobierno, sino en quienes participan en esas decisiones fuera del ámbito gubernamental, como ocurrió en este caso.
Hay que dejar de ver estas denuncias como una inquisición y ver cuáles son las fallas de los sistemas de denuncia en las escuelas, en las instituciones, en las empresas, que no permiten que estos mecanismos de denuncia sean efectivos ni fáciles de acceder y de tomar.
Se les exige a las mujeres que presenten denuncias formales en instituciones que no tienen esta perspectiva de género, que constantemente reutilizan a las mujeres y que siguen estando dominadas por funcionarios que tienen muchas actitudes machistas. Entonces, en esa situación es muy difícil denunciar. Me parece que esto refuerza las posibilidades que tienen estas denuncias a través de las redes, más allá de solamente señalar como una medida de visibilizar violencias que de otra forma permanecerán ocultas.