El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró hoy que el exmandatario estadounidense Donald Trump le “cae muy bien” a pesar de que sea “capitalista”.
No siempre fue así. Antes de ser presidente, López Obrador se cansó de cuestionar al entonces aspirante presidencial estadounidense, que durante su campaña convirtió en una lema y prioridad la construcción de un “hermoso muro” y calificó a los migrantes mexicanos de criminales y violadores.
En 2016, Marcelo Ebrard, quien luego se convertiría en el canciller del gobierno de López Obrador, calificó a Trump del “peor enemigo que México haya enfrentado en años”, y llamó a “frenarlo” por la vía del voto. Sin embargo, Trump ganó las elecciones de noviembre de ese año.
El mismo día de la toma de posesión de Trump en Estados Unidos, López Obrador dijo que el mandato del republicano “significa en la política exterior de Estados Unidos una vulgar amenaza a los derechos humanos”, por el plan de Trump de construir el muro.
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Unos días después, vía Twitter, López Obrador tuiteó: “Presidente Trump: su muro nos agrede y deja la Estatua de la Libertad como leyenda. Iremos a tribunales internacionales. Viva la fraternidad”. También exigió al entonces mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto, una reunión urgente con Trump para defender los derechos humanos de los migrantes mexicanos.
Incluso, el entonces candidato de Morena reclamó presentar una denuncia ante Naciones Unidas contra Trump por “violación de derechos humanos y discriminación racial”.
Aseguró que crearía un Frente Cívico en Defensa de los migrantes y contra la xenofobia de la que acusó a la administración Trump.
En junio de 2017, López Obrador presentó su libro Oye Trump. Propuestas y acciones en defensa de los migrantes en Estados Unidos, donde calificó el muro de Trump una “obra opresiva”, como lo fue en su momento el de Berlín.
“Es una canallada que Trump y sus asesores se expresen de los mexicanos como Hitler y los nazis se referían a los judíos, justo antes de emprender la infame persecución y el abominable exterminio”. También lo llamó “neofascista”.
En su campaña, López Obrador aseguró que una vez que llegara a la presidencia de México, Trump tendría que “aprender a respetar” a los mexicanos.
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Pero todo cambió con la llegada de AMLO al poder. Donald Trump se convirtió en el primer mandatario al que el mexicano visitó, en Washington, y estando allá, se olvidó de las ofensas del estadounidense a los migrantes y sus advertencias pasadas.
El mexicano agradeció a Trump por haber tratado a su país “con gentileza y respeto”. “Usted no ha pretendido tratarnos como colonia, sino que por el contrario, ha honrado nuestra condición de nación independiente. Nos ha tratado como lo que somos, un país y un pueblo digno”.
Trump, por su parte, comenzó a hablar de López Obrador como de una figura que le agradaba, si bien continuó con su presión migratoria y amenazó con aranceles si México no cooperaba.
Este fin de semana, Trump aseguró que logró “doblegar” a México durante su presidencia.
“Vino el máximo representante de México justo debajo del más alto, justo debajo del jefe que resulta ser el presidente López Obrador). Entró (a mi despacho) y (el funcionario mexicano) se ríe de mí cuando le digo: ‘Necesitamos 28 mil soldados en la frontera, gratis’. Él me miró y me dijo algo como ‘¿(Desplegar soldados) gratis? ¿Por qué haríamos eso en México?’ Le dije: ‘Necesitamos algo llamado ‘Quédate en México’”, relató Trump ante sus seguidores en un mitin en Ohio.
El canciller Ebrard viajó a Washington entre el 2 y el 27 de junio de 2019, en un intento por frenar la amenaza de aranceles de Trump.
Según el estadounidense, el tono del mexicano cambió por completo cuando amenazó con los aranceles a las importaciones de México.
“Después de eso (él) me miró y me dijo: ‘¡Señor: sería un honor tener 28 mil soldados en la frontera! ¡Sería un honor tener ‘Quédate en México’! ¡Queremos tener ‘Quédate en México!’”, contó Trump. “Nunca he visto a nadie doblegarse así”.
Aun así, aseguró que “el presidente de México es un tipo muy agradable. Me cae muy bien. Es socialista, pero me gusta. Es uno de los socialistas que me gustan”.
Este lunes, López Obrador le respondió:
“Es muy bueno que se sepa que nosotros no vamos a permitir a ningún partido, de los dos de Estados Unidos, a ningún candidato, que utilicen a México como piñata”, advirtió. Sin embargo, rechazó que Trump le haya faltado al respeto con sus declaraciones. “Él es así”. Y aseguró que aunque “sea capitalista”, Trump le cae muy bien.