La prohibición de plaguicidas y fertilizantes “altamente peligrosos” en México está a punto de concretarse en el Senado de la República bajo el argumento de proteger los cultivos y las redes de alimentos, así como a los productores que trabajan con ellos durante sus jornadas de trabajo.
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Sin embargo, esta medida generó una reacción inmediata por empresarios y agricultores de todo el territorio nacional, quienes alertaron que, en caso de que la Cámara alta apruebe la medida, se generaría una subida de precios en los alimentos que se cultivan, un mercado negro de plaguicidas, así como escasez de alimentos de primera necesidad.
En entrevista con Publimetro, Luis Eduardo González Cepeda, presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos, (UMFFAAC), aseguró que de los 80 productos “altamente peligrosos” que busca vetar la iniciativa, 60 de estos ya no se comercializa en México.
Precisó que se llevan años trabajando con este tipo de plaguicidas para contener las plagas y a la par que se propaguen las enfermedades que persisten en los alimentos, además de que los usos y costumbres en diferentes República mexicana marcan fuertemente este tipo de productos por los agricultores.
“Los agroquímicos fueron diseñados para controlar plagas y por lo tanto debe existir una cultura del manejo de estos productos. No hay una evidencia científica del impacto que tienen los plaguicidas que tienen en el medio ambiente y en el campo mexicano”, sostuvo el empresario.
Mientras que el Consejo Nacional Agropecuario, presidido por Juan Cortina Gallardo, dio a conocer que el prohibir los plaguicidas químicos sin una discusión seria y científica sobre el tema pone en riesgo la seguridad alimentaria. Incluso advirtió que esta media generará más inflación y pobreza en México.
“No existen alternativas viables para el control total de muchas plagas y enfermedades, ni en la producción agroalimentaria a gran escala y ni siquiera en la de pequeña escala”, enfatizó el consejo nacional.
Contaminación y emisión de gases
La iniciativa detalla que la agricultura industrial se caracteriza por el uso de maquinaria pesada, consume elevados volúmenes de agua extraídos del subsuelo por medio de bombas que requieren de combustibles fósiles, así como de agroquímicos como los plaguicidas y fertilizantes sintéticos, lo que ha provocado la pérdida de suelos, contaminación de suelos y cuerpos de agua.
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En tanto, se ha organizado una campaña nacional llamada “Sin Maíz, no hay país”, en se sumaron diversas organizaciones de productores y civiles para hablar sobre la Ley General de Salud y empujar que la iniciativa se apruebe en los siguientes días.
“Recordemos que la agroindustria no tiene como fin alimentar al mundo sino producir insumos industriales, muchas veces nocivos para nuestra salud, y que es la agricultura familiar es la que alimenta al mundo, pues produce 70% de los alimentos que se consumen”, afirmó el colectivo.
La organización civil aseguró que la agricultura familiar y de mediana escala son las más recomendables para la producción de alimentos, pues prefieren utilizar técnicas agroecológicas sin agrotóxicos, “puede coadyuvar para que podamos vivir en mejores condiciones medioambientales y de salud en México y en el mundo”.
A considerar:
- La discusión del dictamen se retomará en el Senado el 14 de noviembre, en donde se determinará se eliminan este tipo de plaguicidas en el país.
- La iniciativa de la senadora de Morena Ana Lilia Rivera, presentó la reforma a la Ley de Salud para prohibir los “plaguicidas altamente peligrosos” e irlos sustituyendo por bioinsumos naturales.
- Prohibir el uso de plaguicidas podría al borde de quiebra a miles de productores en el país, por lo que distintos sectores agrícolas se han pronunciado en contra de este tema.
Datos:
- La prohibición sin un análisis de riesgo provocaría una caída del 30 al 40% en la producción agrícola y esto derivaría en un encarecimiento general de alimentos y una reducción en las exportaciones de productos hortifrutícolas mexicanos.
- Así lo señaló el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), que además consideró que en este tema se requiere de una “transición paulatina y en un esquema temporal suficiente que no ponga en riesgo el rendimiento de los cultivos, el bienestar de los agricultores y que permita el control de plagas y enfermedades”.
