Organizaciones en defensa de los derechos humanos externaron su preocupación ante la llegada del general Luis Rodríguez Bucio, excomandante de la Guardia Nacional, a la subsecretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, designación realizada por el presidente Andrés Manuel López Obrador tras la renuncia de Ricardo Mejía.
“Ya se nombró al nuevo subsecretario de Seguridad”, dijo López Obrador en su conferencia de prensa matutina del lunes. “Es el general Luis Rodríguez Bucio. Era el comandante de la Guardia Nacional e hizo muy buen trabajo y ahora va a ser el subsecretario de Seguridad Pública, y le tenemos toda la confianza”, dijo el presidente.
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Al respecto, Amnistía Internacional México publicó en redes sociales: “Es preocupante la decisión del Ejecutivo de poner al frente de la subsecretaría de SSPC a un ex comandante general del Ejército. Esto es un paso más hacia la militarización de la seguridad pública de México”, acompañado del hashtag #LaMilitarizaciónNoEsLaSolución.
En el mismo sentido, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) publicó en Twitter: “La designación de un militar a la Subsecretaría de Seguridad y otro militar a la Comandancia de la Guardia Nacional amplía la presencia castrense en la administración pública”. Además indicó que seguirán señalando que “está en aumento el poder militar sin contrapesos” y cerró con el hashtag #GuardiaMilitarizada.
La politóloga y escritora, Denisse Dresser, publicó una imagen de la conferencia de prensa matutina de este lunes, en la que apareció Rodríguez Bucio vestido de traje civil y no con uniforme de la Guardia Nacional.
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“Le quitan el uniforme y le ponen saco y corbata para disfrazar la militarización que niegan. Otro puesto civil en manos de las fuerzas armadas. Otro insulto a nuestra inteligencia. Otro golpe a la democracia”, añadió Dresser.
3 PREGUNTAS CON
Alejandro Martínez Serrano, especialista en Relaciones Internacionales de la Universidad La Salle.
¿Qué lectura nos puede dar de la designación del general Rodríguez Bucio a la subsecretaría de Seguridad?
En primera instancia, habría que mencionar que la salida del subsecretario Ricardo Mejía fue en un contexto electoral. Él aspira la gubernatura del estado de Coahuila y, obviamente, cuando los funcionarios públicos tienen mayor aspiración política, lo mejor es tener a gente que no tenga esas distracciones.
En este caso, yo vería positivo el cambio, porque el general Luis Rodríguez Bucio estará enfocado en su trabajo, que es la generación de políticas públicas en materia de seguridad y no buscará aspiraciones políticas.
Lo más probable es que licenciado Mejía sí hubiera tenido más preocupación por sus aspiraciones políticas que por sacar resultados positivos.
Puede que también surja la crítica por la militarización, tomando en consideración que el general Rodríguez Bucio es un militar que incluso llega al rango de general de brigada. En 2019 él pide su retiro de las Fuerzas Armadas pero es un hombre de carrera militar, nunca deja de pertenecer a las Fuerzas Armadas, pero sigue siendo general. Es un cargo que seguirá teniendo, aunque esté en una situación de retiro.
Justo las críticas se centran en el aumento de poder militar sin contrapesos, especialmente en una secretaría de corte civil. ¿Qué opina al respecto?
Si hiciéramos un balance, tenemos dos secretarías de Estado encabezadas por integrantes de las Fuerzas Armadas: Defensa Nacional y la Secretaría de Marina. En el segundo nivel tenemos subsecretarios también generales. Y ahora en la secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
Habría que mencionar que no es la primera vez. En el gobierno de Fox, por ejemplo, el Procurador General de la República era un general: Macedo de la Concha. La participación de integrantes de las Fuerzas Armadas no es algo novedoso, sobre todo porque es un área muy específica porque estamos hablando de una de las grandes preocupaciones que tenemos actualmente como sociedad: el tema de la inseguridad.
De ahí que el presidente se haya auxiliado de las Fuerzas Armadas para colaborar en la solución de estas graves problemáticas. El proyecto de este sexenio en materia de seguridad pública es la Guardia Nacional, que surge precisamente como una iniciativa presidencial y el General Rodríguez Bucio es el primer comandante de la Guardia Nacional.
Esto también nos refleja un buen resultado en el trabajo del General Rodríguez Bucio. Si él hubiera tenido un mal desempeño, obviamente que no recibe ese ascenso, tomando en consideración que quedaría como segundo dentro de la área de trabajo de la Secretaría de Seguridad, luego de la secretaria Rosa Icela Rodríguez.
La crítica va a ser natural porque no hay un contrapeso, sobre todo en cuestiones de derechos humanos.
¿Qué refleja para la Guardia Nacional este cambio de mando? Especialmente cuando es una institución de reciente creación.
La institución es muy joven. Cuando nace la Guardia Nacional, se nutre de tres vínculos precisamente con otras instituciones, la Policía Militar la Policía Naval y la antigua Policía Federal. Con el paso del tiempo, la idea es que se vaya fortaleciendo, creando a sus propios cuadros y a sus propios servidores públicos bajo la estructura de una institución policiaca.
Cuando la institución pasa a formar parte de la Secretaría de Defensa Nacional, en mi humilde opinión se está violando el artículo 21 Constitucional, porque ahora toda la corporación forma parte de la Secretaría de Defensa Nacional, que es una secretaria que administra las Fuerzas Armadas en este caso el Ejército Mexicano y la Fuerza Aérea.
La llegada de Rodríguez Bucio obviamente será un respaldo para la secretaria Rosa Icela Rodríguez. Va a tener a alguien que ya conoce, porque ella trabajó con él siendo comandante de la Guardia Nacional. En ese sentido habrá una búsqueda de mejores resultados.
La SSCP, como ya no tiene a su cargo a la Guardia Nacional, nada más hacen políticas públicas en materia de seguridad. Ya no tienen un área operativa, son exclusivamente funciones dentro de lo que podríamos llamar de escritorio.