La cifra de gente que atenta contra su propia vida en México ya representa la tercera causa de muerte entre hombres jóvenes (15 a 29 años), sólo por debajo de agresiones (homicidios) y accidentes; asimismo, se ha notado una tendencia al alza sobre la tasa de incidencia de este flagelo que no distingue entre sexo o estrato social.
De acuerdo con el registro del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en general, las muertes por lesiones autoinfligidas pasó de 6 mil 425, en 2016, a 8 mil 351, en 2021. Asimismo, el análisis de las condiciones que enarbolan este fenómeno arrojan datos alarmantes.
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A grandes rasgos, los hombres se suicidan 4.5 veces más que las mujeres; sin embargo, ellas lo intentan 3.3 veces más que ellos. Además, al analizar los grupos de edad, se puede encontrar que las personas entre 15 y 29 años de edad son las más susceptibles para terminar con su vida de esta manera.
Dada la naturaleza de este tipo de actos, es importante destacar los hechos en relación a los atentados contra la vida; sin embargo, en un afán por tener una imagen más completa, especialistas recomiendan abordar la mentalidad suicida y los intentos que la constituyen, todo ello para adoptar una cultura de prevención y atención.
Mientras que el INEGI detalla puntos clave como la metodología (ahorcamiento, arma de fuego, veneno, etc), la incidencia, los rangos de edad o entidades en las que más ocurre; la Secretaría de Salud (SSa), a través de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), explica el parecer de la población en general ante el el suicidio y si lo han contemplado alguna vez.
Datos duros de las lesiones autoinfligidas
La tendencia general del suicidio en México crece de manera constante; sin embargo, desde que llegó la pandemia de Covid-19 al país, ésta se aceleró. En 2015 se registraron 6 mil 425 suicidios; en 2016, 6 mil 370; en 2017, 6 mil 659; en 2018, 6 mil 808; en 2019, 7 mil 223; en 2020, 7 mil 896; y, en 2021, 8 mil 351.
La tasa de incidencia por género señala que los hombres se suicidan 4.54 veces más que las mujeres, pues, por cada 100 mil habitantes, los hombres alcanzan 10.9 casos, mientras que ellas llegan a 2.4; sin embargo, la SSa señala cifras contrarias en intentos de suicidios, pues de los 431 personas que reconocieron haber intentado atentar contra ellos mismos, 309 fueron mujeres y 122 fueron hombres.
Respecto a la práctica de las lesiones autoinflingidas que provocan la muerte, el INEGI destaca que el 89.5% es por ahorcamiento, estrangulación o sofocación (91% hombres y 84.8% mujeres), 4% por disparo de arma de fuego y 4.2% por algún tipo de envenenamiento.
Hombres y jóvenes, el gran foco rojo
Con base en esta misma medición, se dictaminó que el grupo más vulnerable son los hombres de 15 a 29 años, pues por cada 100 mil habitantes, se registraron 16.2 casos en 2021, mientras que las mujeres en ese rango de edad es de 4.8, por ello, el INEGI estableció una medida en los hombres jóvenes a nivel nacional.
En este mismo demográfico (hombres de 15 a 29 años) y con esta misma medición, se determinó que las entidades donde más se suicidan son Chihuahua (26.4), Yucatán (23.5) y Campeche (18.8); del otro lado del espectro, donde menos autoatentados hay es en Michoacán (1.4), Baja California (3.9) y Veracruz (4.2).
Situación de las mujeres
Por otro lado, la ENSANUT confirma que las mujeres intentan suicidarse con mayor frecuencia que los hombres (3.3 veces más), aunque sin tanto éxito como ellos. Además, explica que los atentados prevalece en poblaciones jóvenes.
De acuerdo con la SSa, la prevalencia de intento de suicidio en los últimos 12 meses es mayor en las mujeres que hombres en cualquier etapa de la vida, pero ésta se destaca durante la adolescencia; mientras que el “pensamiento suicida” tiene mayor presencia en mujeres adultas. En este sentido, se destaca que el pensamiento suicida no es lo mismo que los intentos.
La medición del pensamiento suicida se midió en términos de “frecuencia”, donde el término “Siempre o muy frecuentemente” fue el tercero más usado por las mujeres de 20 años en adelante.
Depresión: el asesino silencioso
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) publicó una entrevista con Laura Barrientos, médico psiquiatra y académica de la Facultad de Medicina, quien señaló que la depresión está relacionada con el suicidio. Al respecto, se menciona que la ansiedad, ligada a la depresión y al riesgo suicida, es un trastorno metal frecuente.
“En 50% de la población con intentos de suicidio, se presentaron causas como trastornos psicóticos, ataque de pánico, ruptura de la pareja, la muerte de un ser querido, una enfermedad crónica terminal”, se lee en la gaceta de la UNAM publicada en 2022. Asimismo, también se mencionó la pérdida de estatus económico o empleo.
¿Qué hace el gobierno para prevenir que la gente se quite la vida?
En el ámbito federal, existen campañas permanentes en el IMSS e ISSSTE para incentivar programas de promoción a la salud mental y emocional; sin embargo, la falta de presupuesto e infraestructura reduce el éxito de estas estrategias.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) brinda servicios de salud mental y cuenta con Orientación Médica Telefónica en el número 800-2222-668 Opción 4 con atención lunes a viernes 8:00 am a 8:00 pm.
Asimismo, señalan que existen diferentes factores de riesgo: padecer una enfermedad mental, padecer una enfermedad crónica sobre todo si provoca dolor, consumo de sustancias incluyendo alcohol, pertenecer a grupos de alta vulnerabilidad (LGBT, VIH, antecedentes de abuso, menores de edad solos, entre otros).
Por su cuenta, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) promueve el Plan Sectorial de Salud Mental y Adicciones 2023-2024, en el que se fortalecen los mecanismos internos para generar condiciones que atiendan la depresión, ello con la finalidad de reducir los casos de suicidio.
Finalmente, se destacan los casos aislados de los gobiernos estatales, como el de Nuevo León, quien invirtió 55 millones de pesos para poner en marcha el Hospital de Especialidades en Salud Mental, el cual contará con 124 camas y brindará la atención especializada desde el sector público en la región.
