La peor traición que ha sufrido el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en lo que va de su gobierno es la que recibió por parte de Julio Scherer Ibarra, ex consejero jurídico de la oficina de la presidencia, sostiene el periodista Hernán Gómez en su más reciente libro “Traición en Palacio”. En consecuencia, Publimetro entrevistó al historiador, quien, además de delatar esquemas de lo más oscuros, también aseguró que el hijo del legendario periodista (Julio Scherer García) pretende perpetuarse un sexenio más al autoproclamarse uno de los cercanos de una de las corcholatas presidenciales.
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¿De qué trata “Traición en Palacio”?
Este libro es una historia de traición que no se conocía y me parecía importante develar a la opinión pública. Es una historia de la que yo tuve conocimiento a través de fuentes con mucha información sobre lo que ocurre en Palacio y que hablan de la peor historia de traición que ha sufrido el presidente López Obrador hasta ahora de un personaje que a pesar de que se había ganado su confianza, la traicionó. Y traicionó, no sólo a él, al hacerlo firmar, como consejero jurídico, cosas que iban en contra de sus instrucciones y que operaban en contra de candidatos de su propio partido, sino peor: traición el proyecto en lo más importante, la idea tan relevante de separar el poder económico del poder político.
Lo hizo porque, desde su posición de poder, intentó y operó para volverse un mega empresario con una voracidad pocas veces vista, y con un deseo de dinero y poder, casi enfermizo, que terminaron por ser de conocimiento del presidente y por eso tomó la decisión de apartarlo de su administración.
Era un personaje que era difícil romper con él, y hubiera afectado mucho que esto se hiciera público, entonces, lo disfrazaron de una salida amistosa, cuando en la realidad no era una salida amistosa. Fue una salida muy conflictiva, pero el presidente dejó de confiar en él y puso todas las funciones que el consejero había tenido en Adán Augusto (López Hernández).
¿Por qué la salida de Julio Scherer fue tan diferente de la de Carlos Urzua, López Obrador le tiene miedo?
Es probable. Por que, justamente por eso, le tuvo que dar salida “amistosa”. Es un personaje al que mucha gente le tiene temor, que podría hacerle daño y que también tiene información, porque recaudó dinero para las campañas, a partir de las estrategias con las que todo partido político recurre: financiamiento privado a partir de ciertos contratos. Ahí no hay nada nuevo realmente.
Contrasta mucho la forma en la que despidió a (Carlos) Urzua, Tatiana (Clouthier) e Irma Eréndira Sandoval, de la forma en la que despidió a Julio Scherer Ibarra, llamándole su hermano… Todo esto era una finta, porque, de fondo, quería evitar cualquier sospecha sobre las razones reales sobre las que se había ido el consejero jurídico, porque el presidente se dio cuenta de que era algo tan grande que resultaba ser dinamita y era mejor dale una salida amistosa.
Pero hay una frase que no podemos dejar de observar: “ha terminado su cargo y encargo”. Ahí está la clave. Cuando despide a (Poncho) Romo, le dice que “lo que importa aquí no son los cargos, sino los encargos” y que Romo lo va a seguir ayudando.
Luego, Shcerer le empieza a decir a todo mundo que se va porque va a operar la campaña de Claudia Sheinbaum, cosa que no era verdad, pero eso es lo que cuenta porque lo que quiere es ganarse su impunidad, seguir operando como antes.
¿Claudia Sheinbaum debería de despegarse de la figura de Julio Scherer?
Yo creo que es super necesario, porque hay muchas versiones —que yo no sé si sean ciertas o sean parte de la disputa interna política de Morena— pero sí hay muchas versiones de que Julio Shcerer tiene un papel muy importante en el equipo y la campaña de Claudia Sheinbaum y yo tengo testimonios de empresarios que dicen que él les ha pedido dinero para la campaña y algunos se lo han dado. No sabemos si ese dinero es para la campaña o sea Julio usando el nombre de Claudia.
Ante un personaje como este, que pareciera un capo de la mafia, es muy importante que Claudia Sheinbaum se deslinde. Tiene que haber un deslinde claro, porque si no, a Claudia se le puede venir un problema serio. Este personaje es una bomba de tiempo. Tiene investigaciones en la FGR y en EE. UU., entonces, no es un juego Julio Shcerer Ibarra.
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Es un texto incómodo, ¿alguien te amenazó por tu libro?
No por parte directamente del equipo de Julio. Hablé en alguna ocasión con él para plantearle mis dudas. Me dijo que si tenía más dudas lo volviera a buscar y cuando lo busqué, ya no me contestó. Pero pasaron dos cosas que me parecen importantes mencionar: 1) Cuando se enteraron que estaba investigando sobre él, en un medio de comunicación, me despidieron y 2) Después de que entrevisté a una fuente que había sido una de las víctimas del ex consejero, recibí, a las 30 horas, un mensaje de amenaza y después, a través de terceras personas, también recibí algunas amenazas de que le bajara a mi investigación a ciertos personajes con relación a Julio Shcerer o de su red. Todo eso tuvo como resultado que tuviera que seguir con esta investigación con sigilo y mucho cuidado.
¿Qué reflexión te deja el caso de Julio Scherer?
Me deja una reflexión en la cabeza: detrás de los personajes honestos, muchas veces, se ocultan figuras deshonestas. Y que los personajes honestos tienen que hacerse cargo de que no todo mundo es honesto. Hay oportunistas que aprovechan de su honestidad para cometer tropelías debajo de su aura de honestidad.
Es muy revelador que Julio Shcerer Ibarra, alguna vez, se refugió detrás de la honestidad de su padre y usó su nombre para hacer toda clase de negocios y, después, hizo lo mismo con el presidente López Obrador. Pensó que como estaba detrás de un hombre honesto que nadie iba a cuestionar, iba a hacer lo que quisiera. Creo que eso es algo imperdonable.
¿Cuál es el gran tema de fondo que está presente en el caso Scherer Ibarra?
Para mí, lo más importante es la forma en la que opera la justicia en México. No nos debemos de olvidar de eso, porque yo no quería hacer un libro de escándalo ni un libro de escarnio contra Julio Scherer Ibarra. Yo quería hacer un libro que sirva para posicionar el tema, para discutir qué pasa con la justicia en México y cómo opera ese negocio y ese negocio no lo inventó Julio Scherer, ni empezó con él, ni terminó ni termina ahora que no está.
Los brokers de la justicia son los que intermedian la relación entre despachos de abogados de élite y jueces del Poder Judicial federal y local van cambiando con el tiempo. El tema es el negocio, el tema es que existe, es muy rentable y siempre alguien va a aprovecharse de eso. La justicia es igual, es un negocio rentable, el problema es que hay incentivos y reglas que permiten que siga siendo un negocio. Para mí eso es lo más importante del libro, no Julio Shcerer.
Entonces, deberíamos de pensar y repensar muy bien cómo lograr una reforma judicial
Exactamente, hay que hacer una buena reforma judicial y hay que poner a gente honesta y bien investigada previamente para que haya carrera judicial de verdad, para que los ascensos en el Poder Judicial no sean por lealtad al presidente en turno, a las redes clientelares mafiosas, para que los casos se asignen a través de un sistema aleatorio que uno pueda auditar, para que el poder en la Suprema Corte (SCJN) no sea el mismo que presida el Consejo de la Judicatura (CJF).
Si el juez supremo es también el que coordina el órgano que vincula a los jueces, termina siendo juez y parte, en fin, hay muchas cosas que hay que discutir en una verdadera reforma al Poder Judicial y creo que este gobierno no lo ha hacho. Veo que hablan de la corrupción en el Poder Judicial, pero no tocan los temas de fondo. Es más una disputa entre los poderes.