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Especialistas enfatizan los riesgos de beber en exceso y explican cuánto es el ‘estándar’

Organizaciones precisan ¿cuánto alcohol pueden beber los mexicanos? bajo el concepto de trago estándar y lo que eso significa en cada tipo de bebidas

Menores llegan a hospitales intoxicados por alcohol; alto consumo alerta a autoridades en Guanajuato.
Alcohol Cómo celebrar sin alcohol durante temporada navideña (Cuartoscuro) (Crisanta Espinosa Aguilar)

Ya sea por el llamado maratón Guadalupe-Reyes o por las preposadas, fiestas de fin de año de empresas o reuniones de amigos, se registra un incremento promedio de 20% en el consumo de bebidas embriagantes en diciembre, lo que acelera los riesgos a la salud o hasta de muertes por accidentes, por lo que organizaciones y especialistas lanzan un urgente llamado al consumo responsable.

De acuerdo con María del Sol Alamilla, docente de la carrera de Medicina en la Universidad La Salle, con la llegada de las posadas, las vacaciones y el cobro del aguinaldo, las personas tienen la motivo, el tiempo y el dinero para consumir más alcohol, por lo que recordó que la dosis limite del “consumo de bajo riesgo” debe ser respetada.

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Cabe destacar que los efectos del consumo de alcohol dependen de múltiples circunstancias como peso, género, edad, estado de salud, ingesta de alimentos o tipo de bebida; sin embargo, la Fundación de Investigaciones Sociales (Fisac), insta a conocer los parámetros mínimos y urge a tomar conciencia del llamado “trago estándar”, que se refiere a la equivalencia entre una bebida y otra para dimensionar los límites.

La Fisac resalta que el consumo responsable tiene límite de 52 gramos (g) de alcohol puro, lo cual se determinó tras el consenso de productores del sector y médicos, ello con la finalidad de evitar afectaciones a la salud y prevenir accidentes, pero ¿a cuánto equivale?

En México, el “trago estándar” es de 13 g, mientras que en otros países es de 9.8 g o 20 g. informa la Fundación de Investigaciones Sociales (Fisac), que cuenta con el respaldo de marcas como marcas como Bacardí, Casa Cuervo, Tequila Herradura o Moët, es decir, los 52 g de alcohol se cubren con cuatro tragos.

Resultados de Fundación de Investigaciones Sociales (Foto: Fisac)
Resultados de Fundación de Investigaciones Sociales (Foto: Fisac)

No obstante, la doctora Alamilla Zuber apuntó que para mujeres, el límite responsable es más bajo; por ejemplo, mientras que los hombres pudieran tomar cuatro tragos de una bebida, en las mujeres lo recomendable es de tres, y explica que si un hombre o mujer exceden la recomendación, se presentarán condiciones desfavorables para la salud, la motricidad y las relaciones sociales.

¿A cuánto equivalen cuatro tragos estándar en México?

Cuatro tragos estándar equivalen a 52g de alcohol puro. Esto se traduce en cuatro tarros o latas de cerveza de 330 mililitros, es decir un total de un litro 320 mililitros; o sea, poco más de una caguama (una caguama + 120 ml). En cuanto a bebidas artesanales como el pulque, la equivalencia máxima es son dos jarritos, es decir, un litro, aunque en este caso depende del nivel de fermentación del pulque.

Respecto a las bebidas preparadas (Cuba, Desarmador, Bloody Mary o cualquier otro coctel), la medición varía dependiendo de la cantidad de licor en la bebida; no obstante, bajo el estándar nacional (45 ml de la bebida embriagante) se estiman cuatro vasos jaiboleros (330 ml) con el jugo, agua mineral cualquier otro complemento, como la dosis que entra en el consumo de bajo riesgo.

Resultados de Fundación de Investigaciones Sociales (Foto: Fisac)
Resultados de Fundación de Investigaciones Sociales (Foto: Fisac)

En cuanto a los caballitos, la sugerencia redunda en que sólo se pueden cuatro tragos, es decir 160 ml (cuatro shots de 40ml). Para el vino de mesa, se señaló que una copa promedio tiene 140 mil, por lo que el consumo máximo recomendado es de 560 ml.

¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando bebes y te excedes?

Cualquier consumo después de la dosis recomendada tendrá efectos secundarios en la salud humana o vulnerará la capacidad de reacción del sujeto momentáneamente. El alcohol es un compuesto que deprime la atención, la velocidad de respuesta, el estado de alerta y reduce la capacidad de los sentidos humanos (vista, oído, tacto, orientación, gusto, etcétera).

Al largo plazo, el consumo de alcohol en exceso daña al corazón, los riñones, el páncreas, el hígado y el cerebro. Si se consume abundantemente en un periodo muy breve, se pierde la motricidad gruesa y fina, la capacidad del habla se daña y la visión periférica se reduce; además, puede causar paros respiratorios y hasta la muerte.

Resultados de Fundación de Investigaciones Sociales (Foto: Fisac)
Resultados de Fundación de Investigaciones Sociales (Foto: Fisac)

¿Qué riesgos implica el beber en exceso?

Las implicaciones sociales que tiene pérdida de la conciencia y capacidades sensoriales, suelen tener afectaciones letales si se mezcla el alcohol con la conducción de algún vehículo. De acuerdo Miguel Guzmán, el 50% de los choques letales en México tienen que ver con las bebidas embriagantes.

Por su cuenta, la Fisac explica que la pérdida de la coordinación motora fina está asociada con cosas como conducir, escribir o utilizar una llave; además, se genera el efecto “visión de túnel”, el cual limita la capacidad de ver a los lados, por lo que conducir bajo los efectos del alcohol es peligroso para el que maneja, quienes lo acompañan en el vehículo y para los peatones.

Para medir el nivel de alcohol en la sangre existen instrumentos que pueden dar resultados de manera inmediata sobre este componente en el cuerpo. También conocido como alcoholímetro, proporciona una medición desde lo permitido (0.05 a 0.5), lo riesgoso (0.3 a 0.8), lo peligroso (0.8 a 1.5) y hasta lo probablemente fatal (1.5 en adelante).

Resultados de Fundación de Investigaciones Sociales (Foto: Fisac)
Resultados de Fundación de Investigaciones Sociales (Foto: Fisac)

Mitos y consejos

Finalmente, la doctora Alamilla desmitificó algunos dichos populares sobre la ingesta de alcohol. Por ejemplo, el “se me subió” cuando una persona pasa de estar en un lugar encerrado al aire libre, no tiene sustento científico. La exposición al aire fresco o el cambio de temperatura no intervienen en la embriaguez, lo que probablemente ocurre es que el alcohol tarda en hacer efecto y para cuando se sale del lugar donde se está consumiendo, se agudiza la embriaguez.

“Me crucé”, como efecto de mezclar bebidas alcohólicas, tampoco es del todo cierto. La aceleración de la embriaguez no está relacionada con el tipo de bebida, sino con la concentración de alcohol de cada tipo de licor, por lo que recomendó conocer la concentración de alcohol en las bebidas que se ingiere para prevenir este efecto.

Asimismo, alertó sobre la mezcla entre alcohol y bebidas energéticas. Advirtió que algunos de los componentes de estas bebidas pueden proporcionar una sensación falsa de estado de alerta, por lo que el consumidor tiene la sensación de tolerar más alcohol.

Sin embargo, cuando el efecto de la taurina o el azúcar se supera, el alcohol sigue presente en la sangre y continúa con el proceso de aletargamiento. Al respecto, recomendó no mezclar bebidas energéticas con alcohol y evitar rebasar el consumo de bajo riesgo.

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