Veterinarios, rescatistas, instituciones y autoridades hacen un llamado urgente a no comprar cachorros, en vez de eso, proponen adoptar un perrito en un refugio o en situación de calle y así darle una segunda oportunidad a un amigo de cuatro patas, cabe recordar que, de acuerdo con el Inegi, el 70% de los perros en México viven en la calle.
Con la llegada de la temporada navideña, el Dr. Fausto Reyes Delgado, director de Educación y Desarrollo Institucional de Hospital Veterinario UNAM-Banfield, recordó que es común que se regalen cachorros, pero si esto no se asume con responsabilidad, invariablemente terminarán abandonados, pues se debe estar consciente de que los cachorros crecen y tienen sus propias necesidades.
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¿Qué pasa cuando abandonan perros?
Los animales domésticos en la calle generan problemas multifactoriales: depredan a especies locales, se tornan agresivos, esparcen sus heces en vía pública, pueden transmitir enfermedades como la rabia y se reproducen sin control. Aunado a ello, su tiempo y calidad de vida se reducen drásticamente.
Al interior del hogar, un perro promedia de 10 a 13 años de vida, de acuerdo a la especie pueden llegar a vivir hasta 20 años; sin embargo, cuando son abandonados viven en promedio ocho meses, pues se enfrentan a situaciones de precariedad y abuso.
Entre las principales afectaciones que sufren los perros es en su peso. El veterinario Fernando Romero dijo a Publimetro que cuando llegan perritos rescatados a su consultorio, o llegan muy flacos por desnutrición o muy gordos por parásitos.
Además, destacó la relación entre la Navidad con el abandono de animales, “más o menos en abril, es cuando vas a comenzar a ver a los perros abandonados”, sostuvo. Pues cuando son cachorros, los perros son tolerados en el seno familiar, pero al llegar a su adolescencia y dar inicio a su etapa de tener más energía, los padres se desesperan y lo dejan en la calle.
Otro factor que interviene es la raza, pues existen algunas que son más exigentes en cuanto a la actividad física que necesitan y, al no encontrarla en juegos o paseos, comienzan a romper cosas. “Sobre todo porque el cachorro entra en su etapa de adolescente: muerde todo, arranca todo, raspa todo”, agregó.
Venta clandestina de cachorros
Por su cuenta, la veterinaria Fabiola Juárez también señaló que existen razas demandantes por los cuidados, como los pug, que son de talla pequeña, pero por sus características necesitan muchos cuidados. En lo que coincidieron ambos veterinarios es que los husky son perros muy demandantes y con mucha energía que si no son atendidos adecuadamente, pueden ser molestos pues maltratan los muebles del hogar.
Juarez Rojas también advirtió sobre la venta irregular de perros, pues a su consultorio han llegado cachorros que venden en mercados como el de Sonora o en la zona de Coapa y se tratan de animales enfermo, generalmente por parvovirus o moquillo, que son del tipo viral, así como con problemas digestivos.
Aunado a ello, después se enfrentan a la irresponsabilidad de los dueños que no quieren gastar más allá de la compra que ya hicieron. “Cuando llegan después de ser comprados se les dice (a los dueños) que se necesitan seis vacunas, desparasitación y más revisiones, entonces la gente a veces sí regresa, a veces no”.
Sin embargo, estos testimonios sólo evidencian lo que las instituciones ya saben. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México hay 23 millones de perros, pero sólo el 30% (6.9 millones) tienen una casa. Es decir, el 70% son perros abandonados (16.1 millones). En consecuencia, diferentes instituciones y personas entusiastas abrieron, en la medida de sus posibilidades, refugios para poder darle una segunda oportunidad a un perrito abandonado.
Cuidados indispensables para adoptar un perro
Por eso existen instituciones, veterinarios y refugios que promueven la adopción por encima de las compras; sin embargo, subrayan las responsabilidades mínimas que necesitan los perritos y, aunque las especificidades varían entre especies, existe un rango mínimo y perfil del dueño para proporcionarle una vida digna al nuevo miembro del hogar:
- Costos. Al inicio de la adopción, el perro rescatado va a necesitar un paquete de insumos mínimos para poder llevar una buena vida, el cual puede ir de los 4 mil a los 5 mil 500 pesos en promedio (dependerá de la edad y raza del perro), pues se necesita pagar el cuadro completo de vacunas, la desparasitación intestinal, el aseo completo anti pulgas, la esterilización y curación que llegue a necesitar.
- Tiempo. Un perro requiere de tiempo de convivencia para desarrollar un comportamiento amistoso. Esta convivencia debe ser sin violencia y en un ambiente seguro y controlado, es decir, el perro no se debe quedar en la azotea ni debe de cubrir maltrato.
- Seguimiento veterinario. Así como los humanos van al médico de manera regular, los perros también, por lo que se debe de contemplar las visitas al veterinario como un hábito para que viva por muchos años más.
- Paciencia. Después de ser unos cachorritos, entran a la adolescencia, que es cuando más problemas pueden presentar; sin embargo, después de este periodo, y si reciben una atención adecuada, se vuelven dóciles y más fáciles de tratar.
Romero señaló que alguien que trabaja todo el día y regresa cansado a su casa y no está dispuesto a dedicarle tiempo de calidad a su mascota no debería tener perros. Juárez Rojas incluso llegó a recomendar acudir con un etólogo, que es un experto en la conducta animal, para poder convivir mejor con el animal de compañía.
En caso de que alguien desee adoptar un perrito o un gatito, la veterinaria Fabiola Juárez proporcionó un listado de refugios:
- https://www.facebook.com/rescateanimal?mibextid=ZbWKwL
- https://www.facebook.com/KONCIENTIZANDO?mibextid=ZbWKwL
- https://www.facebook.com/milagroscaninos?mibextid=ZbWKwL
- https://www.instagram.com/corazondeperromx?igsh=OGQ5ZDc2ODk2ZA==
¿Qué hace el gobierno?
Por su cuenta, el Poder Legislativo federal ha propuesto dos iniciativas que siguen en la “congeladora”, es decir, no se han aprobado. Por un lado está la creación de un registro federal de albergues para animales de compañía y crear organismos locales que garanticen el rescate de animales maltratados y abandonados. Asimismo, el gobierno de la Ciudad de México logró que el maltrato y abandono animal sea considerado un delito.
