En entrevista con Publimetro, el candidato por Movimiento Ciudadano a la Presidencia convoca a construir un país con igualdad de oportunidades, con justicia y con prosperidad.
A pocas horas del primer debate entre los candidatos a la Presidencia de la República, el contendiente por Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, realiza un balance del encuentro con los otros aspirantes, lo que ha sido su experiencia en el proceso electoral y expone aspectos urgentes que se deben atender en el país.
¿Cómo fue tu experiencia en el primer debate entre candidatos a la Presidencia, y cómo te sentiste?
— Muy bien, creo que los debates son necesarios para que la gente compare, contraste, pueda tener claridad sobre cuáles son las ideas, los argumentos, las propuestas que tenemos para México. Si fuera por mí, debería haber más debates. Yo propuse algo parecido, un debate por semana, pero además debates en universidades, con formatos menos rígidos y creo que son una gran oportunidad para que los ciudadanos decidan su voto.
¿Estuviste satisfecho con este formato?
— Sí, la verdad es que se están quejando mucho con el formato porque perdieron el debate. Las reglas del formato del debate las pusieron las representaciones de las candidatas, básicamente ellas se pusieron de acuerdo. Ahora se están quejando mucho porque no les fue como querían, especialmente a la candidatura del PRI, del PAN, que es la que más se ha quejado de las reglas del debate. ¿Se pueden mejorar? Claro, se puede hacer mejor, se puede hacer más ágil, más directo, más frontal, se pueden hacer más debates, pero creo que no son un pretexto. Con todo y esas reglas había que contestar las preguntas. Yo lo que lamento es que las candidatas, cuando pudieron hacer propuestas, contestar las preguntas de las ciudadanas, de los ciudadanos, no lo hicieron.
Según diferentes estudios, fuiste el segundo que más moviste la intención de voto en el debate.
— Pues sí, porque en realidad la intención de voto que tenían las candidatas tiene mucho que ver con una campaña anticipada ilegal. La candidata de Morena inició su campaña hace varios años, la candidata del Frente inició su campaña hace casi un año. Eso no es legal en México, las precampañas y las campañas tienen tiempos legales de inicio. Nosotros sí respetamos la ley, sí respetamos los tiempos para hacer campaña y eso nos permitió, por supuesto, que en un mes de campaña estemos creciendo y sorprendiendo al país con una nueva visión.
¿Quedaste en medio de un fuego cruzado entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez?
— Pudimos contrastar con ambas candidaturas, todos los conteos que se dan en medios de comunicación hablan de que fuimos la única candidatura equilibrada que contrastó. ¿Y por qué muchas de las cosas que están planteando hoy para México no las hicieron cuando tuvieron la oportunidad en esos espacios?
A ti, por lo que escuché, se te señalaba tu inexperiencia. ¿Es tan malo ser joven?
— Lo que demostré ahí es que tenemos una trayectoria de muchos años en la lucha por las causas, que muchos de estos temas los llevo impulsando prácticamente 13, 14 años. Tengo la experiencia que creo que se puede tener a mi edad. Tengo tres maestrías, tengo una formación académica que me ha permitido, la verdad, complementar mi actividad profesional. He sido dos veces legislador federal, una vez legislador local, dos veces regidor, he sido secretario general aquí en Movimiento Ciudadano. Tengo una experiencia que me ha permitido la vida, pero además también creo que cuando la gente pasa demasiado tiempo en la política, no todo lo que acumula es positivo, y también las y los jóvenes tienen derecho a una representación de una nueva visión.
Y hasta Calderón te llamó esquirol.
—Para mí es un honor que Felipe Calderón tenga muy claro que no soy su candidato. La verdad es que él nunca fue el mío. Calderón sumió a este país en una tragedia, en una guerra que hasta la fecha seguimos pagando las consecuencias, porque además de la guerra, vino con un ánimo polarizante. Utilizó la guerra contra el narco como una medida para legitimar una elección de la que él llegó muy cuestionado. Lamentablemente el presidente no ha entendido su rol, de hecho, me parece a mí un poco ofensivo, porque es muy fácil ver los toros desde la barrera. Él no sufre las consecuencias que tuvieron sus decisiones, ni siquiera vive en este país.
¿Qué es la nueva política?
— Es una forma distinta de hacer las cosas, a la que yo creo que hay que darle un contenido pensado en las personas, no en los que hacemos la política. Este país, como muchos, ha ido careciendo de un principio denominado justicia intergeneracional. Esto es, que una generación no debería de tener su propio desarrollo pisoteando los derechos de las próximas generaciones o la posibilidad de desarrollo de las próximas generaciones. Ha pasado con la vivienda, con el medio ambiente, con las pensiones, con los derechos laborales y me parece fundamental que entendamos que lo nuevo debe de ser pensar en las próximas generaciones en términos de estos derechos y sobre todo en las generaciones que no tienen ni siquiera el derecho al voto y que por eso no son sujetas muchas veces de prioridad en la conversación pública, que para mí son la prioridad las niñas, los niños, los adolescentes.
¿Movimiento Ciudadano es un partido comodín o lo es más Morena?
— Nosotros somos una vía de futuro, una vía que defiende irrestrictamente los derechos humanos, que está invitando a mucha gente que nunca había participado en la política a que se ocupe de los asuntos públicos y Morena no ha tenido una congruencia en los temas que plantea, en el apoyo al salario, en los derechos humanos, en los programas sociales, en los derechos sociales que deben de tener las personas por encima de una visión de partido. Yo creo que es mucho más certero el proyecto de Movimiento Ciudadano que el de Morena. El de Morena se cuelgan de la imagen del presidente, de su popularidad, pero si tú te vas a lo que es Morena, en Veracruz con Cuitláhuac, en Morelos con Cuauhtémoc Blanco, en Campeche con Layda Sansores, son un desastre.
¿Cuáles son los problemas de la juventud y por qué a México le falta que desde los gobiernos se vea la gente joven?
— Nos gobierna una gerontocracia. Cuando yo tenía tres años, (Manuel) Bartlett hizo un fraude presidencial, le robaron la elección al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas en 1988, y Bartlett ya era un dinosaurio. En ese momento era secretario de Gobernación. Hoy Bartlett es director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y llena el aire de esta ciudad, de esta zona metropolitana del Valle de México de combustóleo con la termoeléctrica de Tula y llena el aire de la Zona Metropolitana de Monterrey de combustóleo con la refinería de Cadereyta. Bartlett le sigue haciendo el daño al país y eso tiene que ver con los problemas que tenemos. ¿Cuáles problemas tienen las nuevas generaciones? Precariedad laboral, necesitamos generar empleos dignos para las personas, que además tengan posibilidades de jubilación, vivienda, que es un problema fundamental, que tengamos un programa de vivienda social que vea la vivienda como un derecho y no que los gobiernos piensen en función del interés de los desarrolladores inmobiliarios que patrocinan sus campañas. Y me parece que el medio ambiente es un problema fundamental porque se multiplica en muchos otros temas. Cuarenta mil personas en este país están muriendo a causa de la contaminación del aire. La pandemia fue todavía más grave gracias a la contaminación del aire, la contaminación del agua. Me parece que el medio ambiente también es un problema. Yo diría que es la batalla más grande que tiene nuestra generación, la batalla contra el cambio climático.
¿Qué está mal en México?
— La desigualdad. No hay nada más grave, porque por supuesto, hay otros problemas, pero son consecuencia de la desigualdad. Deberíamos de tener un piso parejo, una igualdad de oportunidades. Ninguna niña, ningún niño tendría que pasar hambre, pobreza, quedarse fuera de la escuela o de las oportunidades para salir adelante.
Y tú, natural de Zacatecas, un estado que por desgracia copa titulares por la inseguridad, ¿cómo afrontarías el problema de la inseguridad?
— Los gobernadores de Morena son muy malos. No es casualidad que los gobiernos o que los estados con más inseguridad en el país tengan gobernadores pésimos: Morelos, Colima —que tiene pésimo gobierno—, Chihuahua y Guanajuato —del PAN—. Pero en el caso de Zacatecas tenemos ese grave problema de un desgobierno de David Monreal que hay que solucionar con mejor coordinación. Hay que vigilar las carreteras de Zacatecas. Zacatecas tiene respecto a Aguascalientes, 14 veces más territorio, pero Aguascalientes tiene más policías y mejor pagados que Zacatecas. Así no hay manera de enfrentar la inseguridad. Tienes policías municipales secuestradas por el crimen organizado. Hay que capacitar policías, tener el valor para enfrentarte a ese problema. Si te metiste a esto es para afrontar ese tema con toda la convicción. Y por supuesto que darles condiciones dignas a los policías y ponerle un freno a los delitos de alto impacto. Y yo he dicho que en lugar de que la policía ande persiguiendo a jóvenes por un churro, va a poner orden en temas tan delicados como el derecho de piso, la extorsión y otros que están secuestrando la paz.
¿Y qué papel debería jugar el Ejército en todo este tema?
— El Ejército puede complementar tareas de seguridad pública, pero debe ser conforme a la Convención Americana de los Derechos Humanos y a los criterios de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Debe ser excepcional, temporal y tener un objetivo que justamente cumpla con estas características, que en un plazo determinado se especifique. Si un estado solicitara la presencia del Ejército, debería de haber un plan muy claro de qué es lo que se estaría comprometiendo a generar, cómo va a ser sostenible las condiciones de paz y de justicia una vez que el Ejército se retire de la acción. En general creo que hay una muy equivocada confusión entre lo que es la militarización y la responsabilidad del Ejército. La militarización no es un problema del Ejército, es un problema de las autoridades civiles cobardes, incompetentes, corruptas, cómplices, que han renunciado a la que es su responsabilidad y han puesto en manos del Ejército algo que no debería de ser enteramente su responsabilidad.
¿Cuál sería tu visión sobre la política internacional y el comercio internacional?
— Que México tiene que tener una posición mucho más audaz frente al mundo. En eso coincido con lo que se dijo hace algunos años, ‘necesitamos más México en el mundo y más mundo en México’. La interacción de México con el mundo puede ayudarnos a solucionar muchos de estos problemas. Está sucediendo el fenómeno del nearshoring después de la pandemia; Florida, Arizona, Texas, incluso California, tienen un crecimiento brutal derivado de la relocalización de las inversiones que vienen de Asia. Creo que en materia internacional hace falta que México ocupe un lugar mucho más central y de mayor colaboración. Yo he dicho que una de las relaciones que para mí sería estratégica es la que tendríamos con el presidente de Brasil, (Luiz Inacio) Lula da Silva, que además también es un líder regional muy respetado. Hay que hacer un bloque latinoamericano que nos permita tener una relación con EE.UU. en otras condiciones. Y además hay que tener muy claros cuáles son los objetivos de México en una relación bilateral con EE.UU. En la medida en que nosotros no tenemos claridad sobre esos objetivos, también nos perdemos en otro tipo de intereses.
¿Eso aplica tanto a lo político como a lo comercial?
— Sí, porque vemos que esta política internacional que está llevando el gobierno actual parece más de compadrazgo que viendo los intereses de México. Lo acabamos de ver también, lo habíamos visto en Bolivia, lo habíamos visto en Perú y ahora en Ecuador, y de ocurrencias y de temas aislados que tienen que ver con el crimen organizado, que tienen que ver con los intereses de EE.UU. en materia de migración, que tienen que ver con acuerdos aislados. Lo que hay que tener es una visión integral que nos permita tratar temas fundamentales con EE.UU. Por ejemplo, para seguridad, el tráfico de armas. Si no detenemos el tráfico de armas de EE.UU., que ha sido atroz, que ha sido la verdad criminal, va a ser muy difícil revertir el problema de seguridad que tiene el país. El tema de migración y también los acuerdos comerciales que obligan a condiciones desventajosas a productores mexicanos frente a EE.UU.
Para ti, ¿qué significa equidad y diversidad?
— Hay una discusión, entiendo que en el movimiento feminista hoy se prefiere hablar de igualdad de género que de equidad. Para mucha gente son sinónimos, pero pienso que equidad la debemos centrar o igualdad en el tema de las oportunidades, no tanto en los resultados. No se trata de que seamos una sociedad de personas que sean absolutamente iguales o que tengan lo mismo o que sean un clon una de otra. La igualdad precisamente quiere decir que partiendo de que todos somos diversos, de que todos somos distintos, de que tenemos distintas preferencias, fines, gustos, tengamos las mismas oportunidades de alcanzar las metas que nos proponemos. Y me parece que en ese sentido son compatibles la diversidad y la igualdad. Hay que ser iguales en lo diverso.
En este mes y poco que llevamos de campaña electoral, ¿qué te ha sorprendido y qué te han dejado los recorridos por el país?
— Pues lo que me llevo es el recorrido por las universidades, la fuerza con la que los jóvenes están tomando esta campaña como suya, la están defendiendo, la están haciendo un referente no solamente de comunicación política, sino de una batalla por una mejor condición para su futuro, para el futuro de las próximas generaciones, y me ha sorprendido, pues el nivel de guerra sucia que están acostumbrados en la vieja política a hacer.
Y veo que tienes el TikTok creciendo como la espuma. ¿Eres fiel usuario de redes sociales?
-— Fíjate que el TikTok casi no me había metido ahí tenemos algún gap (brecha) generacional, apenas me había empezado a meter al Instagram, pero sí, sí consumo las redes sociales y celebro mucho que haya otra manera. Si no fuera por las redes, ahorita nos tendrían prácticamente bloqueados.
En esta campaña, después del 2 de junio, qué va a pasar en México.
-— Vamos a construir un país con igualdad de oportunidades, con justicia y con prosperidad, con mucho respeto a su naturaleza, con mucho respeto a su gran patrimonio e historia, a su gran cultura y vamos a hacer que las mexicanas y los mexicanos se sientan orgullosos de nacer, de crecer y de vivir en este gran país.
Lado personal de Jorge Álvarez Máynez
Como una persona menor de 40 años, ¿qué te gusta hacer?
— Me encanta ver deportes, me encanta ir a conciertos, son mis dos actividades lúdicas favoritas. Y como una persona que acaba de ser padre —primero hace cinco años y luego hace siete meses—, pues lo que más me gusta es estar con mis hijos.
¿Qué deporte te gusta hacer?
— Me gusta mucho jugar básquet, me gusta jugar pádel, tenis. ¿Obviamente me gusta mucho el futbol, me gusta jugarlo. El deporte que en vivo me gusta más ver es el básquet. Me gusta aquí ir a ver a los Capitanes cuando puedo en cualquier lugar. El que más me gusta ver en televisión es el futbol americano, pero el deporte que más sigo, pues es el futbol.
Eres puma.
— Soy puma, soy niner, soy gunner del Arsenal.
¿Qué te gusta leer?
— La novela. Y obviamente me gusta el ensayo, me gusta la ciencia ficción muchísimo, pero la novela es lo que me permite viajar a otros mundos dentro de este mundo.
Hablas que te gusta ir a conciertos, ¿qué escuchas?
— Rock, fundamentalmente, es lo que más me gusta, pero estoy abierto. Me gusta mucho todo el reguetón que ha sonado mucho últimamente. Me gusta la música de banda, me gustan los corridos tumbados y me gusta la música en general. Lo que más me gusta a mí es el rock.
¿Algún festival?
— He ido a muchos, a Lollapalooza, a Coachella, a Reading Festival, que para mí es mi favorito, un festival muy famoso en Inglaterra de rock. He ido al festival que hacen en París del río Sena. He ido por supuesto aquí al Corona Capital, el Pa’l Norte me encanta cómo lo hacen, el Live out en Monterrey. En fin, me gustan mucho los festivales.
Al final esto te da una visión diferente de lo que es la juventud en el mundo hoy. De la juventud y de la vida misma, porque yo pienso que alguien que no es feliz no puede contribuir a la felicidad ajena y ese es un gran problema que tiene la política. En la política hay muchos infelices y por eso no pueden contribuir a la felicidad de las demás personas.