Durante la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, la canciller mexicana, Alicia Bárcena, anunció que México decidió llevar a Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia por lo que consideró una flagrante transgresión a la inviolabilidad de la embajada mexicana en Quito, tras el asalto del pasado 5 de abril, en violación de la Convención de Viena.
La Secretaría de Relaciones Exteriores afirmó que México actúa en defensa de sus principios fundamentales y del derecho internacional, “guiado por su compromiso histórico con la solución pacífica de controversias entre naciones”.
Bárcena subrayó que México ha sido un pionero en el diseño y desarrollo del derecho internacional, y que su presentación ante la Corte Internacional de Justicia se basa en la firme convicción de que el uso de la fuerza no es el mecanismo adecuado para resolver disputas entre naciones.
Entre los reclamos presentados por México se encuentran:
- 1. Juzgar y declarar a Ecuador responsable del daño causado a México por sus violaciones a obligaciones internacionales.
- 2. Suspender a Ecuador como miembro de las Naciones Unidas hasta que emita una disculpa pública por las violaciones cometidas.
- 3. Establecer un precedente que permita la expulsión de cualquier Estado que viole el derecho internacional, evitando la impunidad.
- 4. Facilitar una rápida y expedita expulsión de Estados que violen el derecho internacional ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
La canciller destacó la importancia de fortalecer el marco jurídico internacional para la solución pacífica de controversias entre naciones, enfatizando que la demanda de México busca evitar un precedente de impunidad y reafirmar el valor del diálogo y la paz en las relaciones internacionales.
Ataques a embajadas dificultará la diplomacia al futuro
El asalto a la embajada de México en Quito, Ecuador, y los presuntos ataques de Israel a la embajada de Irán en Damasco, Siria, sientan un precedente peligroso para la democracia, considera Jorge Heine, académico de la Universidad de Boston, ex ministro del Gabinete en el Gobierno de Chile y quien se ha desempeñado como embajador del mismo país en China (2014-2017), en India (2003-2007) y en Sudáfrica (1994-1999).
En el reciente artículo “¿Están prohibidas las embajadas? Las acciones de Ecuador e Israel sugieren lo contrario, y eso sienta un peligroso precedente diplomático”, publicado en el sitio especializado “The Conversation”, Heine analiza las consecuencias que pueden tener para la diplomacia global hechos como el asalto a la embajada mexicana, que provocó la ruptura de relaciones entre México y Ecuador.
“El asilo político en América Latina ha funcionado tradicionalmente como una válvula de seguridad, permitiendo a los líderes depuestos salir del peligro”.
— Jorge Heine, ex embajador chileno
“Durante mucho tiempo se ha sostenido que las embajadas deberían ser tratadas como “fuera del alcance” de otras naciones. Sin embargo, en una sola semana, dos gobiernos (ambas democracias establecidas desde hace mucho tiempo) son acusados de violar, de diferentes maneras, las leyes que rigen las misiones diplomáticas extranjeras”, explicó Heine.
“En un mundo cada vez más complejo, donde los conflictos geopolíticos, las migraciones masivas, las pandemias y el cambio climático requieren una gestión diplomática cuidadosa y estable, cualquier incidente que erosione la santidad de las reglas de las embajadas podría tener graves consecuencias negativas. En resumen, crean un mundo más peligroso”, añade el académico.
Jorge Heine describe que el precedente del asalto a la embajada mexicana, es algo que ni siquiera fue visto “en los momentos más oscuros de las dictaduras militares de América Latina, en las décadas de 1960 y 1970″.
“Si la conclusión de los dos últimos incidentes en las embajadas es que la protección de las instalaciones diplomáticas puede ser secundaria a lo que sea políticamente conveniente en un día determinado, entonces será de gran detrimento para la gestión de las relaciones internacionales. La diplomacia será mucho más difícil. Y dada la enormidad de los desafíos que enfrenta el mundo hoy, eso es lo último que necesita un país”, concluyó
3 preguntas con
Jorge Heine, director interino del “Centro ‘Frederick S. Pardee’ para el Estudio del Futuro a Largo Plazo”, de la Universidad de Boston.
¿Cree que las recientes crisis en las embajadas de todo el mundo harán que la diplomacia global pierda fuerza en general?
– Creo que dos ataques gubernamentales a embajadas, en partes muy diferentes del mundo, en el corto lapso de una semana, deberían ser motivo de máxima preocupación. El mensaje que se envía es que las embajadas son ahora objetivos legítimos de ataques de los gobiernos. Esto no puede ser y la comunidad internacional debería decirlo.
¿Qué lecciones tienen que aprender países como México después del asalto a su embajada en Quito, Ecuador?
– La lección que México debería extraer del reciente incidente en Quito, en el que fuerzas de seguridad ecuatorianas irrumpieron en las instalaciones de la embajada de México, es que Ecuador es un país que no respeta el estado de derecho. México no debería restablecer relaciones diplomáticas con Ecuador hasta que pueda estar seguro de que esto ha cambiado.
¿Qué evaluación le da a la respuesta internacional a los recientes acontecimientos en las embajadas globales?
– Creo que es necesario hacer mucho más. La acción de Ecuador debería ser condenada formalmente por las Naciones Unidas, así como por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). México está llevando este caso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya, y tantos países latinoamericanos como sea posible deberían unirse al caso de México.
El derecho al asilo político es una institución de larga data en América Latina y se ha mantenido bien en la región. Lo que ha hecho Ecuador sienta un precedente muy peligroso. Hay que condenarlo en los términos más enérgicos, para que no vuelva a suceder.
