La reciente tendencia #NoALaCensura que ha tomado fuerza en redes sociales, particularmente en la plataforma X, refleja una creciente preocupación ciudadana por lo que se percibe como una amenaza a la crítica libre en el entorno digital. Esta ola de inconformidad surge en respuesta a decisiones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y propuestas legislativas que, según muchos usuarios, buscan silenciar voces incómodas para el poder.
Bajo el hashtag #NoALaCensura, miles de internautas han compartido su descontento con lo que califican como “leyes mordaza”. Las publicaciones reflejan el temor de que la protesta ciudadana, la denuncia de corrupción o simplemente las opiniones políticas puedan ser criminalizadas, generando un clima de autocensura. En medio de este ambiente, destacan dos casos emblemáticos: el de Karla Estrella y el de Laisha Wilkins.
El caso Karla Estrella: ¿Crítica legítima o violencia política de género?
El 14 de febrero de 2024, Karla María Estrella Murrieta, ciudadana de Hermosillo, Sonora, publicó en X: “Así estaría el berrinche de Sergio Gutiérrez Luna para que incluyeran a su esposa, que tuvieron que desmadrar las fórmulas para darle una candidatura. Cero pruebas y cero dudas”. El mensaje hacía referencia a Diana Karina Barreras Samaniego, diputada del PT y esposa del legislador morenista.
Aunque la Sala Regional Especializada del TEPJF determinó que no se trataba de calumnia, sí resolvió que constituía violencia política en razón de género. La sentencia fue confirmada por el pleno del TEPJF. La magistrada presidenta Mónica Soto Fregoso argumentó: “Uno de los argumentos que se utilizan de manera muy recurrente para invisibilizar o menoscabar las capacidades de las mujeres es llevarlas siempre a la esquina de la pertenencia o la dependencia de algún hombre”.
El magistrado Reyes Rodríguez Mondragón disintió, asegurando que el comentario era una crítica a un presunto caso de nepotismo: “La expresión realizada por la recurrente se limitó a hacer una crítica a un servidor público que presuntamente ejerció nepotismo para favorecer a su cónyuge”. No obstante, la mayoría votó por mantener la sanción, que incluye una multa económica y una disculpa pública.
Laisha Wilkins, de actriz a activista digital
El 20 de junio, la actriz y conductora Laisha Wilkins informó que había recibido una notificación del TEPJF por un ‘tuit’ en el que escribió: “Jaja Dora la censuradora jaaja”, en referencia a Dora Alicia Martínez Valero, excandidata a ministra de la SCJN. El comentario surgió a raíz de una nota publicada por Aristegui Noticias.
Wilkins denunció públicamente la acción como un acto de “censura ciudadana” y defendió su derecho a la crítica: “Estoy lista para dar batalla”, afirmó. También expresó su preocupación por cómo el tribunal obtuvo su dirección personal. En caso de ser sancionada, podría enfrentar una multa de hasta 200 mil pesos, razón por la cual lanzó una campaña de apoyo en redes, con la frase: “Te metes con uno, te metes con todos”.
El caso de Wilkins se inscribe dentro del creciente rechazo a reformas legales como la llamada “Ley Censura” en Puebla, promovida por el gobernador morenista Alejandro Armenta, que tipifica el “ciberasedio” y que muchos ven como una vía para penalizar la crítica en internet.
