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Las sopas instantáneas están en el ojo del huracán tras el estudio realizado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) a diferentes marcas de estos productos industrializados. Las voces saltaron cuando se rumoró la salida del mercado de la más popular, la sopa Maruchan. Sin embargo, dicha institución no tomó esta drástica medida, aunque advirtió que es muy peligrosa para la salud humana.
Al respecto, todas contienen un alto contenido de sodio, calorías, carbohidratos, azúcares añadidos, edulcorantes y saborizantes como glutamato monosódico que podrían afectar a quienes las consumen. Sin embargo, el caso de la sopa Maruchan y Nissin es especial, pues añade un riesgo adicional su presentación en recipiente de unicel, el cual tiene como objetivo preservar el calor del alimento.
Los consumidores cocinan en mayor medida la sopa Maruchan en el horno de microondas, pero tal acción es perjudicial por los tóxicos– las dioxinas– que desprende el empaque al someterse al calor y que se adhieren a la pasta. Así, de acuerdo con el estudio de Profeco, su consumo puede provocar taquicardia, dolores de cabeza, cansancio, entre otros problemas.
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Además, otro de los aspectos por los cuales no es recomendable consumirlas es la información engañosa que da a conocer la marca en las etiquetas. Afirman que tienen sopas de pollo, carne o queso y ninguna, en realidad, contiene dichos ingredientes. Aparte, las ‘verduras’ que contienen varios de sus productos, en realidad, no lo son.
También, un problema más de las sopas Maruchan, y en general de todas las marcas, es su bajo contenido nutrimental. Según la Profeco, una porción aporta más de 300 calorías y solo seis o siete gramos de proteínas.
