MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de China han asegurado este martes que seguirán «modernizando» su arsenal nuclear a pesar de haber pedido un día antes de forma conjunta con las principales potencias poner coto a este tipo de armamento y evitar una carrera armamentística a nivel global.
Fu Cong, director del departamento de control de armas del Ministerio de Exteriores del gigante asiático, ha pedido además a Estados Unidos y Rusia que reduzcan sus arsenales para evitar la proliferación de este tipo de armas.
El lunes, los tres países, junto a Francia y Reino Unido, reafirmaron su objetivo de crear un mundo libre de armas nucleares al tiempo que manifestaban su deseo de evitar a toda costa un conflicto nuclear que pondría al mundo en peligro.
En este sentido, los cinco países se han comprometido con el desarme de este tipo de armamento, únicamente utilizado durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, en China existe una creciente preocupación por la modernización del Ejército y el país ha llevado a cabo recientemente ensayos balísticos.
Estados Unidos ha alertado en varias ocasiones de que Pekín está expandiendo su arsenal nuclear. China, sin embargo, ha defendido su política nuclear y ha insistido en que son otros países los que deben dar el primer paso hacia el desarme: «Estados Unidos y Rusia poseen el 90 por ciento de las ojivas nucleares del mundo».
«Deben reducir su arsenal nuclear de forma vinculante e irreversible», ha aseverado Fu, que ha negado que China esté aumentando sus capacidades nucleares. «China siempre ha adoptado una política de mínimos para poder salvaguardar su seguridad nacional», ha explicado, según ha recogido la cadena CGTN.
La tensión entre los dos países ha aumentado, especialmente respecto a Taiwán, al que Pekín considera una provincia más bajo su dominio. Fu ha negado que exista la posibilidad de desplegar armas nucleares cerca del estrecho de Taiwán y ha recalcado que estas armas «no son para la guerra o la lucha».
En el comunicado suscrito el lunes, los cinco países se comprometían con el Tratado de No Proliferación, «incluido el artículo VI, que busca negociar de buena fe para hallar medidas efectivas relacionadas con el cese de las carreras armamentísticas (…) bajo un control estricto a nivel internacional», señalaron.
Así, las principales potencias trasladaron su interés por «mantener y fortalecer las medidas a nivel nacional para prevenir el uso sin autorización de armas nucleares». «Reiteramos la validez de nuestros comunicados anteriores y aseguramos que ningún arma nuclear apunta a otro país», afirmaron antes de abogar por crear un «entorno seguro» mediante el «diálogo y el respeto mutuo».