MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
La agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, ha condenado este jueves las muertes de tres refugiados eritreos, dos de ellos niños, en un ataque aéreo contra el campamento de Mai Aini en la región de Tigray, epicentro de la guerra en el norte de Etiopía.
Otras cuatro personas han sido heridas en este ataque, aunque sus vidas no corren peligro, según ha informado en un comunicado el alto comisionado de la organización, Filippo Grandi, que no identifica a las fuerzas responsables del ataque.
La región es el epicentro desde noviembre de 2020 de los combates entre el Ejército etíope y un conglomerado de fuerzas rebeldes lideradas por el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF). Ambas partes, así como Eritrea, aliada de Etiopía, han sido condenadas por la comisión de matanzas, abusos sexuales y otras atrocidades durante la campaña por ONG internacionales.
Mientras que autoridades etíopes anunciaron el 24 de diciembre que no realizarían nuevos avances contra el TPLF en Tigray –a donde se replegó el grupo–, el portavoz del TPLF, Getachew Reda, ha denunciado ataques con drones por parte del Ejército en Tigray y ha apuntado que «decenas» de personas han muerto en zonas «muy alejadas» de los frentes de combate.
Por su parte y de vuelta al comunicado, «ACNUR continúa recopilando y corroborando detalles sobre los hechos, mientras reitera a todas las partes en el conflicto que respeten los derechos de todos los civiles, incluidos los refugiados».
«Mis pensamientos y mis más profundas condolencias están con los seres queridos de los que perdieron la vida en este ataque Los refugiados no son y nunca deberían ser un objetivo», ha indicado Grandi.