Kaboré mantiene una breve reunión con una delegación de la CEDEAO y la ONU desplazada a Uagadugú
MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El expresidente de Burkina Faso, Roch March Christian Kaboré, derrocado en el golpe de Estado militar de la semana pasada, ha reaparecido en público por primera vez durante una reunión con una delegación de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) y Naciones Unidas que se ha desplazado a la capital del país, Uagadugú.
La jefa de la delegación, Shirley Ayorkor Botchwey, ha indicado tras la reunión que «han visto que cuenta con buena salud, en lo que han podido hablar con él», según ha recogido el portal burkinés de noticias Burkina24. La delegación se ha reunido además con una delegación de la nueva junta militar.
Botchwey, quien es ministra de Exteriores de Ghana, ha resaltado que «los jefes de Estado (de la CEDEAO) pidieron a la misión que viniera (al país) para unas conversaciones con las autoridades para examinar la situación y ver cuál es el futuro para Burkina Faso».
Así, la ministra, que ha estado acompañada por el representante especial de la ONU para África Occidental y el Sahel, Mahamat Saleh Annadif, ha subrayado que el objetivo es «ver cómo se puede trabajar con Burkina Faso para que el país pueda salir de esta situación.
La CEDEAO suspendió la semana al país del organismo a causa de la asonada, liderado por Paul-Henri Sandaogo Damiba –actual jefe de la junta militar burkinesa–, algo a lo que se sumó durante la jornada del lunes la Unión Africana (UA).
En este contexto, el Departamento de Estado estadounidense ha dicho que «apoya» las acciones anunciadas por ambos organismos «en defensa de la democracia y el Estado de Derecho» y ha dicho que «comparte las preocupaciones de los líderes africanos en torno a las acciones de oficiales militares de Burkina Faso».
«Si bien algunos elementos de la Constitución han sido restaurados, las tomas extraconstitucionales del poder erosionan la legitimidad de la gobernanza y limitan la capacidad de Estados Unidos y otros socios internacionales para ayudar al país avanzar hacia la paz y la seguridad», ha apuntado.
Asimismo, se ha sumado a la CEDEAO en su llamamiento a favor de la liberación de Kaboré y otros miembros del Gobierno «detenidos injustamente» durante el golpe y «el restorno al orden constitucional en Burkina Faso», al tiempo que ha dicho que espera los informes de la misión de la CEDEAO que ha viajado al país.
El golpe de Estado llegó tras un amotinamiento de militares en protesta por la inseguridad y la falta de medios para hacer frente al yihadismo, motivo por el que los soldados exigieron la dimisión de Kaboré y otros altos cargos de las fuerzas de seguridad.
La asonada tuvo lugar casi dos semanas después de que las autoridades anunciaran el arresto de ocho militares, incluido un comandante, en relación con un presunto complot para «desestabilizar» las instituciones del país.
El país africano ha experimentado en términos generales un aumento significativo de los ataques desde el año 2015. Estos, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, han contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y han hecho que florezcan los grupos de autodefensa.