OTTAWA (AP) — El primer ministro de la provincia de Ontario pidió el viernes a los manifestantes poner fin a la “ocupación” de Ottawa, y la policía envió a 150 agentes a las partes de la ciudad más afectadas por la protesta iniciada hace días contra los mandatos para prevenir el COVID-19.
El jefe de la policía de Ottawa, Peter Sloly, no indicó cuándo terminará la manifestación, pero las autoridades esperan que se intensifique de nuevo este fin de semana, en el que también se prevén protestas en Toronto y en la ciudad de Québec.
“Ya no es una protesta. Se ha convertido en una ocupación”, manifestó el primer ministro de Ontario, Doug Ford. “Es hora de que esto se acabe”.
Ford dijo que la provincia está muy cerca de volver a la normalidad y que las protestas son un derecho constitucional, pero señaló que una ocupación es inaceptable.
Por su parte, Sloly reconoció que “la confianza se ha visto afectada”, ya que los residentes de Ottawa están furiosos por el ruido de las bocinas de los vehículos, los embotellamientos y el acoso al que se han visto sometidos. Muchos se quejan de que la policía ha hecho poco, y consideran que lo que ocurre es una ocupación.
“Si hubiéramos sabido que se adentrarían en los barrios, hubiéramos desplegado más recursos en esos vecindarios», dijo el subdirector policial Steve Bell. “Hemos escuchado a nuestra comunidad. Están molestos, tienen miedo”.
El pasado fin de semana, miles de manifestantes que protestaban contra el mandato para vacunarse y otras restricciones por el COVID-19 llegaron a la capital, bloqueando el tráfico alrededor del Parlamento. La policía calcula que quedan unos 250, pero Bell señaló que se prevé la llegada de entre 300 y 400 camiones más este fin de semana, y más de 1.000 manifestantes a pie. Indicó que también se piensa que acudirán hasta 1.000 contramanifestantes.