BANGKOK (AP) — El jefe de la junta militar de Myanmar hizo un llamado el sábado a la unidad nacional entre las combativas minorías étnicas del país mientras presidió un desfile para conmemorar el 75to aniversario de un histórico acuerdo que no ha logrado garantizar la armonía.
El general Min Aung Hlaing, que preside el consejo militar que derrocó al gobierno electo de Aung San Suu Kyi el año pasado, elogió a las minorías por la firma del Acuerdo de Panglong en 1947, que debía unificar a los grupos étnicos tras décadas de gobierno colonial británico.
Pero el alzamiento militar del pasado febrero se ha sumado a décadas de conflictos casi constantes tras la aparición de una insurgencia contra la junta militar. En un primer momento, los manifestantes celebraron protestas pacíficas pero la resistencia armada creció luego de que esas movilizaciones fuesen sofocadas con fuerza letal. Alrededor de 1.500 civiles han muerto, pero el gobierno no ha podido eliminar la oposición. Algunos expertos de la ONU califican el conflicto de una guerra civil.
Los periodos de conflictos armados se han alternado con frágiles acuerdos de alto el fuego mientras los distintos gobiernos, tanto civiles como militares y liderados por la mayoría birmana, no han mostrado disposición a aplicar un acuerdo político aceptable para las minorías.
Las alianzas formadas por los contrarios a la junta, que tienen guerrillas con décadas de experiencia en combate, complican la situación actual.
En una declaración preparada publicada el sábado, Min Aung Hlaing reconoció que los conflictos con las minorías no están resueltos y dijo que ralentizan el desarrollo del país.
El general supervisó el desfile en la capital, Naipyidó, en el que participaron miembros de las fuerzas armadas y de los ministerios. El evento incluyó docenas de coloridas y elaboradas carrozas que representaban las regiones donde viven principalmente las minorías.
“El espíritu patriótico se define como la adoración del propio país, de las razas nacionales, de la lengua, la literayura y la cultura, y por un sentimiento contra la invasión de la nación y las razas nacionales», afirmó. “La debilidad del espíritu patriótico puede suponer un terrible peligro para la nación y las razas nacionales”.
Su gobierno está tratando de revivir las conversiones con las minorías, a las que invitó a una nueva de diálogo coincidiendo con el aniversario.
Los opositores a la junta militar instaron a un boicot virtual de la ceremonia, que calificaron de despilfarro, especialmente en un país que sigue sufriendo el azote de la pandemia del coronavirus.
Pidieron a la población que no encendiese sus televisores mientras se emitía el desfile y que no compartiesen fotos del acto en redes sociales, afirmando que hacerlo serviría únicamente para potenciar la imagen de Min Aung Hlaing.
Al mismo tiempo, el brazo armado de la resistencia continuó con lo que se ha convertido en una persistente campaña de acciones de guerrilla urbana, que complementan la resistencia en las zonas rurales.
Varios grupos se atribuyeron en las redes sociales atentados en Naipyidó y Yangón, la ciudad más grande del país.