SEVILLA, 12 (EUROPA PRESS)
Ecologistas en Acción ha advertido este sábado de que ha atracado en el Puerto de Sevilla un barco de transporte a granel llamado ‘Shannon River’, de bandera panameña, donde va a desembarcar 6.000 nuevas toneladas de arenas tóxicas que se suman a las 12.800 llegadas la semana pasada a ese puerto desde Montenegro con destino Nerva (Huelva).
Según ha criticado la organización en un comunicado, estos residuos contaminados vienen del astillero de un pueblo del país balcánico, donde se han ido acumulando durante su funcionamiento desde 1927.
Así, han asegurado que la empresa francesa Valgo, contratada para descontaminar el astillero, ha extraído 110.000 toneladas de residuos tóxicos de diversos tipos. De ellos, casi 70.000 toneladas «han sido ya traídas al Puerto de Sevilla, para ser enterradas en el vertedero de Nerva».
A partir de ahora, «se espera que comiencen a enviar otras 40.000 toneladas, es decir, otros ocho barcos más, de otros materiales más bastos también muy contaminados, como tierra y piedras, también por barco a Sevilla, para ser enterradas en el mismo vertedero».
Ecologistas en Acción ha lamentado las condiciones de carga y descarga de sustancias tóxicas en el Puerto de Sevilla, «debido a la peligrosidad de las emanaciones y polvos derivados de estas operaciones, exigiendo que se realicen las mediciones de contaminación atmosférica que puedan repercutir en la salud de la ciudadanía».
Asimismo, han solicitado a las dos ministras competentes en inspección de residuos peligrosos y aduanas, «la puesta en marcha de los mecanismos necesarios para el control y seguimiento de todo lo que se relaciona con estos traslados de materiales tóxicos y peligrosos».
Los ecologistas han indicado que el trasiego de barcos que trasladan residuos peligrosos y contaminantes por el río Guadalquivir es muy elevado. Según la información facilitada por la Junta de Andalucía, las toneladas de residuos tóxicos importadas para enterrar en Nerva a través del Puerto de Sevilla en 2018 fueron 43.088 toneladas procedentes de Italia, más 1.001 recibidas de Grecia y 20 de Malta.
«Estos residuos fueron autorizados por la autoridad competente, la Junta de Andalucía, al tratarse de residuos de la Unión Europea, excepto los de Montenegro que requerían el consentimiento de dicha Administración para ser autorizados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, al tratarse de un país extracomunitario», han afirmado.
Por último, han concluido que es «urgente» que el Gobierno andaluz «decrete el cierre definitivo» e «inicie el plan de seguimiento y control» que establece la Autorización Ambiental Integrada vigente, durante 20 años, previo a la ejecución del plan de restauración de la zona, «y no piensan ceder ante esta vergüenza de Andalucía, que es un vertedero tóxico pegado a un pueblo, que está considerado la cloaca de Europa».