MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El deán de la catedral Santa María Magdalena de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Madrid, Andréy Kórdochkin, cuyos fieles son en su mayoría ucranianos, ha asegurado que siente «un dolor impensable» por la guerra en Ucrania.
«En nuestra catedral en Madrid, la mayoría de nuestros fieles son de nacionalidad ucraniana y la mayor parte del clero también son ucranianos. Por eso, el dolor que sentimos en estos días es impensable», ha expresado el deán en una entrevista con Europa Press.
Precisamente, ha señalado que muchos de sus fieles salieron este domingo a las calles de Madrid para pedir paz y decir ‘no a la guerra’ en Ucrania. También ha recordado que el metropolita Onufry, la cabeza de la Iglesia ortodoxa rusa en Ucrania, se ha dirigido al presidente ruso, Vladímir Putin, llamándole a terminar las acciones bélicas.
El deán ha aclarado que «la Iglesia ortodoxa rusa no es una iglesia estatal de ningún estado» y geográficamente, sus fieles «viven en un territorio mucho más amplio que la federación rusa».
Según ha explicado el sacerdote, algunos de los fieles que acuden a la catedral de Santa María Magdalena son refugiados de la guerra que ya venía produciéndose desde hace 8 años en el este de ucrania, en el Dombás.
«Hay que entender que el conflicto ucraniano ya tiene 8 años de historia y ha sido bastante ignorado por Occidente y una parte de nuestros fieles son las personas que buscaron refugio procedentes de las zonas de la guerra civil», ha explicado.
Precisamente, para Andréy Kórdochkin, una de las explicaciones de lo que está pasando ahora es que «gran parte del mundo no ha dado mucha atención» a la guerra del Dombás «pensando que es un asunto interno que no tiene importancia».
APOYARÁN A LOS REFUGIADOS QUE LLEGUEN
Ahora que se espera que vengan más refugiados a España tras el ataque de Rusia en toda Ucrania, el deán de la catedral ortodoxa rusa en Madrid se ofrece a apoyar a los ucranianos que lleguen huyendo de la guerra.
«Vamos a ver en qué medida podemos participar, porque tenemos unos límites económicos pero, por supuesto, cuando lleguen los refugiados a España vamos a investigar todas las formas posibles para apoyarlos de una forma independiente de sus creencias religiosas o políticas», ha subrayado.
Mientras tanto, estos días los viven con un «dolor impensable» porque tanto los fieles y el clero ucraniano como algunas personas rusas tienen a parte de su familia en medio del conflicto de Ucrania.
En esta situación, el sacerdote quiere ayudar a los fieles que están bajo su responsabilidad pastoral. «Como sacerdote tengo el deber, al menos por el momento, de dirigir a nuestros fieles porque muchas veces cuando pasa la guerra las víctimas no solo son los que están dañados físicamente sino también en el sentido emocional», ha precisado.
También considera fundamental ayudar a todas aquellas personas, sean de la nacionalidad que sean, que estén «contagiadas con el espíritu del odio y agresión». «También son víctimas de la guerra», ha indicado.
El deán de la catedral explica que han realizado una oración por la paz en Ucrania y que cualquier oficio religioso que celebren en los próximos días «va a contener las peticiones correspondientes para que Dios dé inteligencia y sabiduría a los responsables para entrar en un diálogo».
«Yo estoy convencido de que el diálogo es la única alternativa a la guerra», ha subrayado. Asimismo ha aprovechado para dar las gracias a los católicos en España y al resto de confesiones por sus muestras de solidaridad en estos días.