Para HRW, Moscú «impone la censura» combinada con una «narrativa falsa» que exige que todos los medios «repitan como loros»
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
La ONG Amnistía Internacional (AI) ha denunciado este lunes que el Kremlin está «sigue decidido» a sofocar las críticas contra el Gobierno mediante la censura a medios de comunicación, la dispersión de las protestas contra la invasión de Ucrania y persiguiendo a quienes se oponen públicamente al conflicto.
La directora de AI para Europa Oriental y Asia Central, Marie Struthers, ha señalado que, «al usar la fuerza para dispersar concentraciones contra la guerra y censurar a la prensa, las autoridades rusas se hunden cada vez más en la represión mientras crece el sentimiento público contra la guerra».
«En su desesperación por silenciar la disidencia, Rusia está utilizando también empresas controladas por el Estado para acallar a quienes alzan la voz contra el conflicto», ha continuado Struthers, que ha mencionado la «eliminación» del presentador de televisión Ivan Urgant y la «marginación» de la respetada periodista Elena Chernenko, que fue excluida de un grupo de prensa gubernamental por redactar una carta contra la guerra. A su juicio, estos ejemplos «dan testimonio del total desprecio del Gobierno por la libertad de prensa».
«Mientras, como parte de su invasión de Ucrania, Rusia se dedica a lanzar ataques indiscriminados que violan el Derecho Internacional humanitario, las autoridades pisotean el derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica en Rusia al tiempo que promueven su discurso sobre el conflicto», ha agregado. «La brutal represión de las autoridades contra quienes expresan su disidencia respecto a la guerra debe cesar ya», ha remachado.
El 24 de febrero de 2021, el organismo ruso de control de los medios de comunicación, Roskomnadzor, ordenó a todos los medios que, en su cobertura de la invasión rusa de Ucrania, utilizaran únicamente la información proporcionada por fuentes estatales oficiales. Cualquiera a quien se descubriera desobedeciendo esta orden podría encontrarse con el bloqueo de sus sitios web y con multas de hasta 62.600 dólares estadounidenses.
El 28 de febrero, Roskomnadzor bloqueó el sitio de Nastoyashchee Vremya (Actualidad), filial de RFE/RL, por difundir «información de importancia pública poco fiable» sobre el conflicto. El 27 de febrero, la Fiscalía General emitió una declaración en la que amenazaba con procesar por cargos de «alta traición» cualquier tipo de «ayuda a un Estado extranjero, organización internacional o extranjera o sus representantes en actividades dirigidas contra la seguridad de la Federación Rusa».
En los primeros cuatro días de la invasión, la Policía rusa ha utilizado sistemáticamente la fuerza para dispersar las protestas contra la guerra celebradas en todo el país. Según la OVD-Info, ha detenido a más de 5.900 manifestantes pacíficos en al menos 67 ciudades y localidades de toda Rusia.
El director para Europa y Asia Central de Human Rights Watch (HRW), Hugh Williamson, se ha expresado en la misma línea y ha censurado que, en la última década, las autoridades rusas han usado leyes y pretextos para «intimidar y acosar» a las voces independientes y disidentes. «Ahora están imponiendo descaradamente la censura combinada con una narrativa falsa que exigen que todos repitan como loros», ha agregado.
Williamson ha reconocido que los Estados tienen intereses «legítimos» para evitar la propagación de desinformación durante épocas de guerra, pero ha lamentado que las autoridades rusas «han ido más lejos que cualquier objetivo legítimo», algo que puede llegar a ser «peligroso». Por último, ha remarcado que los medios y los periodistas deberían poder llevar a cabo su trabajo sin miedo a posibles castigos.