MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El Tribunal Supremo de Israel ha aceptado parcialmente este martes una petición de residentes palestinos en el barrio de Sheij Jarrá, en Jerusalén Este, que iban a ser expulsados de sus hogares, lo que permitirá que permanezcan en sus casas hasta que haya un fallo definitivo.
El fallo afecta a un total de cuatro familias palestinas que residen en la zona y que están en una batalla legal para el reconocimiento de la propiedad de sus hogares, en medio de las exigencias de un grupo de colonos para su expulsión de los mismos.
El abogado Sami Arshid, que representa a estas familias, ha dicho que «es una victoria legal increíble». «Han aceptado nuestra principal petición sobre que el asunto de la propiedad de las casas no ha sido decidido y debe ser determinado en los procedimientos de acuerdo», ha explicado.
«Mientras siga sin una decisión, los residentes palestinos deben poder seguir viviendo en sus casas», ha destacado, en declaraciones concedidas al diario israelí ‘Haaretz’. Así, ha ensalzado que el fallo podría ser aplicable a otras familias en Sheij Jarrá.
La cercanía de los desalojos había vuelto a incrementar las tensiones en la zona, donde residentes palestinos acusan a colonos de intentar expulsarles para establecer nuevos asentamientos.
De hecho, el anuncio sobre el desalojo en marzo de la familia Salem, integrada por doce personas, entre ellas seis niños, derivó en febrero en tensiones y enfrentamientos entre residentes palestinos y colonos israelíes, además del arresto de varios palestinos por parte de las fuerzas israelíes.
Ante esta situación, un grupo de representantes de agencias de Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales resaltó el 18 de febrero que «la familia Salem es una de las 218 familias palestinas, para un total de 970 personas, incluidos 424 niños, que residen en Jerusalén Este, principalmente en los barrios de Sheij Jarrá y Siluan, que hacen frente a la amenaza de expulsiones forzosas por parte de las autoridades israelíes».
«Naciones Unidas ha pedido repetidamente que se detengan los desalojos forzosos y las demoliciones en la Cisjordania ocupada, incluido Jerusalén Este: según el Derecho Humanitario, los traslados forzosos de personas protegidas por parte de la potencia ocupante están prohibidos, independientemente de su motivo», dijo.
Durante el mes de enero fue derribada la vivienda de la familia Salhia en este mismo barrio de Jerusalén Este, después de lo cual el primer ministro palestino, Mohamad Shtayé, acusó a Israel de «limpieza étnica» en esta zona de la ciudad, cuyo estatus final está a la espera de un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos.
Sheij Jarrá ha sido escenario de importantes tensiones durante los últimos meses por los planes de desalojo de las autoridades israelíes, que han sido denunciados por la Autoridad Palestina y activistas como parte de un proceso de expulsión de residentes palestinos de Jerusalén.
Las tensiones alcanzaron su máximo en mayo de 2021, cuando se produjeron protestas y disturbios por un plan de desalojo en la zona que, tras unos incidentes en la Explanada de las Mezquitas, derivó en unos combates durante varios días entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).