El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, anunció el lunes que eliminará el uso obligatorio de mascarillas en espacios interiores por segunda vez desde el inicio de la pandemia.
La nueva medida entrará en vigor el jueves con algunas excepciones: el uso de mascarillas aún será obligatorio en instalaciones de salud y asilos de ancianos.
Además, a partir del 10 de marzo las personas que viajen por el territorio puertorriqueño ya no deberán presentar un certificado de vacunación, un resultado negativo de la prueba para COVID-19 ni llenar un formulario.
El gobernador Pedro Pierluisi también levantará todas las restricciones respecto al límite de capacidades en establecimientos públicos y privados, y agregó que ya no será obligatorio presentar pruebas de estar vacunado para ingresar a éstos.
El territorio estadounidense de 3,2 millones de habitantes ha reportado una tasa de positividad de 4%, un declive considerable del cerca de 40% registrado durante el periodo navideño.
Pierluisi indicó que más del 95% de la población de Puerto Rico ha recibido al menos la primera dosis de la vacuna, el 86% ya cuenta con la segunda dosis y a más del 50% le fue aplicada la inyección de refuerzo.
La isla ha reportado más de 267.000 contagios confirmados y más de 4.000 muertes.