MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) ha acusado este miércoles a las fuerzas de seguridad de Chad de matar a trece personas, entre ellas un niño, y herir a más de 80 durante la represión de una serie de protestas en enero en la provincia de Ouaddai, situada en el este del país africano.
HRW y la Convención Chadiana para la Defensa de los Derechos Humanos (CTDDH) han resaltado que las fuerzas de seguridad actuaron violentamente contra miles de manifestantes que salieron a las calles de Abéché el 24 de enero para protestar contra los planes para nombrar a un nuevo jefe tradicional de la comunidad bani halba. La ciudad ya cuenta con un líder tradicional, conocido como sultán, que pertenece a la comunidad ouaddaien.
Así, han señalado que las fuerzas de seguridad mataron a tres personas e hirieron a otras 40, mientras que el día siguiente, en el funeral de las víctimas de la represión en el cementerio de Tago Zagalo, los soldados abrieron fuego de forma indiscriminada contra los presentes, matando a otras diez personas e hiriendo a cerca de 40.
«la decisión de las fuerzas de seguridad de abrir fuego contra manifestantes pacíficos y residentes es completamente injustificable», ha manifestado el secretario general de la CTDDH, Mahamat Nour Ahmat Ibédou. «Sólo a través de una investigación exhaustiva e imparcial sobre el excesivo uso de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad se podrá determinar quiénes son responsables y que rindan cuentas», ha dicho.
HRW ha indicado en u comunicado que algunos de los que abrieron fuego parecen ser miembros del Ejército y de la Fuerza Conjunta, una unidad militar integrada por fuerzas chadianas y sudanesas. Los soldados usaron gases lacrimógenos, rifles de asalto y ametralladoras durante las protestas, que se saldaron con más de 210 detenidos, algunos de los cuales fueron golpeados y retenidos en condiciones inhumanas antes de ser liberados entre el 25 y el 28 de enero.
A ello se suma que los servicios de Internet y telefonía estuvieron cortados entre el 24 y el 28 de enero, lo que imposibilitó las comunicaciones. Los cortes de Internet a nivel nacional han sido habituales en el país desde 2016.
Estas organizaciones han destacado que entrevistaron a 27 personas, entre ellas once testigos, incluidas dos personas que fueron detenidas y cuatro de los heridos. Asimismo, entrevistaron a familiares de las víctimas, médicos y representantes de organizaciones de la sociedad civil local.
Asimismo, revisaron vídeos y fotografías entregados a las organizaciones o publicados en redes sociales para reflejar el excesivo uso de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad durante ambos días, así como historiales médicos, certificados de defunción, permisos de entierro, artículos de prensa y comunicados del Gobierno.
El ministro de Comunicaciones de Chad, Abderaman Koulamallah, dijo el 26 de enero que las autoridades lamentaban «la pérdida de vidas humanas2 pero aseguró que los agentes no emplearon fuego real. «Es imposible determinar si los disparos fueron realizados por las fuerzas de seguridad o los manifestantes», explicó.
Sin embargo, las conclusiones de HRW y la CTDDH apuntan a que sí hubo uso de fuego real por parte de los agentes. Un manifestante entrevistado durante la investigación dijo: «Los soldados dispararon desde todas partes. Abrieron fuego a corta distancia y de forma indiscriminada contra los manifestantes. Vi a gente caer, muerta o herida», relató.
PIDE QUE LOS RESPONSABLES RINDAN CUENTAS
Al menos tres testigos indicaron que el gobernador provincial, Dari Bazine, estaba presente cuando las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra los presentes el 24 de enero en la principal plaza de la ciudad. «A las 11.00 horas llegaron vehículos militares junto a un Toyota V8 con las ventanas tintadas. Ese era el coche del gobernador, lo reconocí. Las cosas se calentaron y tras consultas entre los militares y los que estaban en el Toyota, empezó el tiroteo», aseguró uno de ellos.
Bazine fue reemplazado en el cargo el 23 de febrero, si bien las autoridades o especificaron los motivos. Entre el 27 de enero y el 3 de febreor, varias delegaciones oficiales visitaron Abéché para reducir las tensiones y encontrar una solución a la crisis, al tiempo que anunciaron el pago de compensaciones a las víctimas. Asimismo, Koulamallah afirmó el 4 de febrero que la Policía había abierto una investigación.
«Las familias de luto están esperando respuestas de su Gobierno», ha recalcado Ilaria Allegrozzi, investigadora de HRW para África Central. «Debe ser una prioridad para las autoridades de transición de Chad garantizar que los responsables de esta trágica pérdida de vidas rinden cuentas», ha remachado.
Chad se encuentra liderado por un Consejo Militar de Transición (CMT) encabezado por Mahamat Idriss Déby, quien asumió el cargo tras la muerte en abril de 2021 de su padre, Idriss Déby, en combates con los rebeldes del Frente para la Alternancia y la Concordia en Chad (FACT).
El CMT nombró en mayo de 2021 un nuevo Gobierno de transición en el que están integrados algunos opositores y con Albert Pahimi Padacké como primer ministro. Déby ha destacado que no busca eternizarse en el poder y ha prometido trabajar de cara a la estabilización del país y la celebración de elecciones.