CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Un defensor de los derechos indígenas del noroeste de México fue asesinado al salir de su casa en una comunidad de la Sierra Tarahumara, informó el viernes la fiscalía del estado de Chihuahua.
Según indicaron las autoridades en un comunicado, el homicidio de José Trinidad Baldenegro tuvo lugar el lunes 7 de marzo en la comunidad de Coloradas de la Virgen cuando el activista fue baleado al salir de su domicilio para ir a trabajar. Posteriormente la casa fue incendiada.
Baldenegro, de 47 años, era uno de los líderes tarahumaras que combatían la tala ilegal y otras explotaciones de la tierra, como concesiones mineras, en el territorio ancestral de esta etnia. En las zonas de bosque talado hay cultivos de amapola o marihuana.
La fiscalía de este estado del noroeste de México señaló que Baldenegro no había pedido protección «ni se tiene conocimiento sobre si la persona hubiera recibido alguna amenaza”.
Su hermano Isidro, otro activista y ambientalista, fue asesinado en 2017, y en la misma comunidad de Coloradas de la Virgen mataron en octubre de 2018 a Julián Carrillo, otro líder indígena cuya casa había sido incendiada dos años antes. Cuatro de los familiares de Carrillo fueron asesinados antes que él.
Según la reconstrucción de los hechos realizada por las autoridades, justo cuando Baldenegro salió de la casa, los habitantes de la misma escucharon detonaciones de arma de fuego y al salir vieron en el monte a un grupo de personas armadas.
«Minutos más tarde un grupo de ocho hombres armados tocaron a la puerta y les dijeron que se fueran, ya que llegarían más personas y matarían a todos los presentes», se indica en el texto, ante lo cual todos huyeron.
Dos horas después vieron humo saliendo de la casa, y al llegar se percataron de que la vivienda estaba incendiada y a un lado el cuerpo sin vida de Baldenegro.
En la zona, una escarpada cordillera donde hay actividad del crimen organizado, se desplegaron operativos conjuntos del Ejército y la Guardia Nacional, entre otras autoridades.
En los tres primeros años del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, que comenzó en diciembre de 2018, fueron asesinados 96 defensores de derechos humanos, según datos ofrecidos a fines del año pasado por Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos.
El funcionario también reconoció entonces que la impunidad en este tipo de crímenes contra activistas, al igual que en los de periodistas, supera el 90%.