MIAMI GARDENS, Florida (AP) — Las aficionados españoles invadieron al Hard Rock Stadium con sus banderas el domingo, ondeando el símbolo patrio cada vez que Carlos Alcaraz hacía algo bien.
Y Alcaraz les mantuvo ocupados hasta lo último.
España finalmente tiene un campeón masculino en el Abierto de Miami: un chico de 18 años que ni siquiera estaba dentro de los primeros 100 del mundo hace un año, y que entrará a la temporada de arcilla como el mejor tenista del momento.
Alcaraz, 14to cabeza de serie, fue de menos a más al vencer 7-5, 6-4 al noruego Casper Ruud, sexto preclasificado, en la final.
Se convirtió en el campeón más precoz en Miami — Novak Djokovic tenía 19 años cuando ganó el torneo de pista dura por primera vez — y se embolsó 1,2 millones de dólares, casi duplicando las ganancias de su carrera con un solo cheque.
El adolescente dio rienda suelta a toda su calidad, con audaces drop shots en situaciones tensas, y martillazos desde el fondo cuando era necesario.
Alcaraz a menudo miraba a su equipo en los palcos, en un partido que fue inclinando a su favor al transcurrir la tarde.
Entre sus acompañantes: su entrenador, Juan Carlos Ferrero. Se había ausentado tras el deceso de su padre, pero regresó a Miami a tiempo para estar presente en la final. Culminado el partido, Alcaraz saltó a las gradas para darle a Ferrero su primer abrazo como campeón de Miami, con el coach secándose las lágrimas.
Otros cuatro hombres españoles han alcanzado la final de este torneo, ahora denominado Abierto de Miami — el certamen ha cambiado de denominación múltiples veces durante el último cuarto de siglo.
Sergi Bruguera fue el primero, en 1997. Carlos Moyá fue el siguiente, en 2003. David Ferrer llegó a la instancia final en 2013 y el mejor de todos ellos, Rafael Nadal, accedió a la definición de Miami en 2005, 2008, 2011, 2014 y 2017.
Todos perdieron. En cada oportunidad.
Alcaraz acabó con el maleficio, y lo hizo con autoridad.